[spa] El maltrato infantil es un fenómeno muy complejo que afecta de manera integral al individuo y se asocia con diferentes problemas de salud mental en la infancia, adolescencia y adultez. Aunque el estudio del trauma relacional y sus consecuencias sobre la salud mental es de máxima actualidad en la literatura científica, son todavía escasas las investigaciones en población infantojuvenil. Estudiar su impacto en etapas de maduración cerebral y psíquica tan sensibles sería de gran relevancia para comprender los mecanismos neurobiológicos de sensibilización temprana y su relación con la psicopatología infantil. En primer lugar, el metaanálisis realizado en el contexto de esta tesis doctoral, confirma la relación entre la agregación de estresores durante la adolescencia y la presencia de sintomatología clínica internalizante (ansiedad, depresión, somatización) y externalizante (impulsividad, trastornos de la conducta, agresividad, consumo de drogas), demostrando que la acumulación de acontecimientos estresantes puede ser tanto una causa como una consecuencia de sufrir psicopatología. Para poder minimizar los efectos dañinos de las adversidades tempranas es imprescindible el desarrollo de herramientas útiles que permitan identificarlas y medirlas adecuadamente en los niños/as y adolescentes, facilitando la detección e intervención precoz por parte de los profesionales. En la presente tesis se ha diseñado y validado un nuevo instrumento con el que valorar de forma completa los acontecimientos vitales estresantes vividos en el último año por los adolescentes, el Life Events Inventory for Adolescents (LEIA). Este trabajo demuestra la relevancia de explorar la naturaleza de los eventos sufridos (si dependen o no de uno mismo, que involucren directamente a otras personas o no, etc.), así como la afectación subjetiva para el sujeto, ya que estas variables van a tener un impacto diferencial en la sintomatología expresada por el adolescente. Por otro lado, el estudio llevado a cabo en una muestra de niños/as y adolescentes, con y sin diagnósticos psiquiátricos (proyecto Epi_young_stress), pone de manifiesto que los traumas relacionales afectan de manera compleja y sistémica a la salud de los menores. Nuestros hallazgos indican que las experiencias de maltrato infantil se relacionan con la presencia de rasgos de la personalidad disfuncionales, como la desregulación emocional, la irritabilidad y la impulsividad. Estos rasgos, y la historia de maltrato en sí misma, se asocian a una mayor exposición a situaciones de estrés, incrementando el riesgo de revictimización. Considerando este complejo entramado, nuestro estudio apoya que la exposición a acontecimientos estresantes recientes y la desregulación emocional serían los elementos finales clave para explicar los comportamientos suicidas observados en niños/as y adolescentes. El maltrato infantil es un factor de riesgo transdiagnóstico en enfermedad mental. El proyecto Epi_young_stress, demuestra que el trauma relacional aumenta el riesgo de presentar sintomatología internalizante, externalizante y también se relaciona con la alteración del pensamiento, problemas de atención y dificultades en las relaciones interpersonales. En este contexto, y considerando la gran dificultad de los profesionales para definir el cuadro clínico que presentan los menores que han sufrido maltrato, este trabajo respalda el nuevo diagnóstico psiquiátrico incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11): el Trastorno por Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C). Esta entidad diagnóstica incluye los síntomas postraumáticos clásicos además de alteraciones en la auto-organización (desregulación emocional, autoconcepto negativo y dificultades interpersonales), aspectos clave que merecen priorizarse en el tratamiento clínico. También se profundiza en los diferentes tipos de maltrato y el periodo ontogénico de exposición como factores de vulnerabilidad para desarrollar esta sintomatología compleja. Por último, se investiga el impacto del maltrato infantil en dos sistemas neurobiológicos esenciales en la respuesta al estrés psicosocial: el eje Hipotalámico- Hipofisario-Adrenal (HHA) y el sistema inmune. La aplicación de un paradigma experimental que permite estudiar la respuesta al estrés psicosocial agudo, el Trier Social Stress Test (TSST), y la recogida de muestras salivares, han permitido explorar el funcionamiento de estos sistemas biológicos en la muestra del proyecto Epi_young_stress. Los niños/a y adolescentes con historia de maltrato muestran una desregulación del eje HHA caracterizada por una hiporeactividad frente estrés agudo, así como elevados niveles de cortisol en condiciones basales, especialmente por la noche. También se ha detectado una relación dosis-efecto entre la frecuencia o severidad del maltrato y la desregulación del eje HHA. Además, existe una disociación entre su percepción subjetiva de estrés (elevada) y su respuesta biológica (aplanada). Por otro lado, se ha explorado, por primera vez en población infantojuvenil, la relevancia del maltrato en la reactividad frente estrés de la inmunoglobulina A secretora (s-IgA), un biomarcador del sistema inmune. Los hallazgos apuntan a que el estrés psicosocial agudo estimula la secreción de s-IgA, pero solo después de la pubertad. Sin embargo, los niños/as con historia de maltrato muestran una respuesta similar a los adolescentes, sugiriendo que el trauma complejo podría adelantar la maduración del sistema inmune de estos niños/as. En definitiva, esta tesis doctoral demuestra la importancia de evaluar tempranamente e integralmente las experiencias de trauma relacional vividas por los niños/as o adolescentes, ya que la tipología del maltrato, la comorbilidad, la severidad, la duración, así como la ventana ontogénica en la que ocurren, tendrán un papel fundamental en las expresiones psicopatológicas asociadas y en la sensibilización de los sistemas neurobiológicos implicados en la respuesta al estrés., [eng] Childhood maltreatment is a complex phenomenon that affects individuals systemically, and is associated with different mental health problems during childhood, adolescence and adulthood. Although relational trauma and its consequences on adult mental health have been extensively studied, there are few investigations based on child and adolescent populations. Studying its impact on such on such sensitive maturation stages for brain and psychic development would be of great relevance to understand the neurobiological mechanisms of early sensitization and its relationship with child psychopathology. Firstly, the meta-analysis carried out confirms the relationship between the aggregation of stressors during adolescence and the presence of internalizing symptoms (anxiety, depression, somatization) and externalizing symptoms (impulsivity, behavioral disorders, aggressiveness, drug use), demonstrating that the accumulation of stressful events can be both a cause and a consequence of suffering psychopathology. Furthermore, in order to minimize the harmful effects of early adversities, it is essential to develop useful tools that allow to properly identify and measure them in children and adolescents, facilitating early detection and intervention by professionals. Accodingly, a new instrument for the assessment of recent stressful life events in adolescents has been designed and validated in this thesis: the Life Events Inventory for Adolescents (LEIA). This work demonstrates the relevance of exploring the nature of the suffered events (whether they depend on oneself or not, whether they directly involve other people or not, etc.), and their subjective impact on each subject, since these factors will have a differential impact on the symptomatology expressed by the adolescent. On the other hand, the study conducted in our sample of children and adolescents, with and without psychiatric diagnoses (Epi_young_stress project), shows that relational trauma affects in a complex and systemic manner to the health of youth. Our findings indicate that childhood maltreatment experiences are related to the presence of dysfunctional personality traits, such as emotional dysregulation, irritability and impulsivity. These traits, and the history of maltreatment itself, are associated with a greater exposure to stressful situations, increasing the risk of re-victimization. Considering this complex framework, our study supports that exposure to recent stressful events and emotional dysregulation would be the final key elements to explain the suicidal behaviors observed in children and adolescents. Childhood maltreatment is a transdiagnostic risk factor for mental illness. The Epi_young_stress project demonstrates that relational trauma increases the risk of presenting internalizing and externalizing symptoms and is also related to altered thinking, attention problems and difficulties in interpersonal relationships. In this context, and considering the great difficulty of professionals to define the clinical picture presented by maltreated youth, this thesis supports the new psychiatric diagnosis included in the International Classification of Diseases (ICD-11): Complex Post Traumatic Stress Disorder (PTSD-C). This diagnostic entity includes the post-traumatic classic symptoms, but also self-organization disturbances (emotional dysregulation, negative self-concept and interpersonal difficulties), which are key aspects to prioritize during clinical treatment. In addition, the different types of maltreatment and the developmental period of exposure are explored as vulnerability factors to explain this complex symptomatology. Finally, the impact of childhood maltreatment on two essential neurobiological systems involved in the psychosocial stress response has been explored: the Hypothalamic-Pituitary-Adrenal (HPA) axis and the immune system. The application of an experimental paradigm to study the responses to acute psychosocial stress, the Trier Social Stress Test (TSST), and the collection of different salivary samples have enabled to study the functioning of these biological systems in the entire sample of the Epi_young_stress project. Children and adolescents with history of maltreatment show a deregulation of the HPA axis, characterized by hyporeactivity during acute stress, as well as increased cortisol levels in basal conditions, especially at night. Besides, a dose-effect relationship between frequency and severity of maltreatment suffered and HPA axis dysregulation was detected. In addition, there is a dissociation between their subjective perception of stress (elevated) and their biological response (flattened). On the other hand, the relevance of maltreatment on the reactivity of secretory immunoglobulin A (s-IgA), a biomarker of the immune system functioning, has been explored for the first time in a child and adolescent population. The findings suggest that acute psychosocial stress stimulates s-IgA secretion, but only after puberty. However, children with history of maltreatment show a similar response to adolescents, suggesting that complex trauma could lead to earlier maturation of the immune system in affected children. In summary, this PhD thesis underscores the importance of an early and comprehensive evaluation of the experiences of relational trauma suffered by children or adolescents. The type, comorbidity, severity, and duration of maltreatment, as well as the ontogenic window in which it occurs, will play a fundamental role in the associated psychopathological expressions and in the degree of sensitization of the neurobiological systems involved in the stress response.