Gutiérrez Baños, J.L., Portillo Martín, J.A., Ballestero Diego, R., Zubillaga Guerrero, S., Ramos Barselo, E., and Campos Sañudo, J.A.
Introducción: Casi el 50% de los receptores de trasplante hepático (TxH) tienen asociada un insuficiencia renal (IR) en diverso grado, a su vez, los pacientes en hemodiálisis tienen mayor riesgo de desarrollar procesos hepáticos en relación con infecciones víricas o patologías concomitantes. La mejora en las técnicas de conservación de órganos, quirúrgicas y en el tratamiento inmunosupresor ha permitido que los pacientes necesitados de un segundo órgano sean incluidos en lista de espera para trasplante bien sincrónico o asincrónico. Objetivos: Revisión de los resultados obtenidos en el trasplante renal (TxR) en pacientes que tienen asociado un TxH de forma sincrónica o asincrónica. Material y métodos: Estudio retrospectivo de los pacientes con TxH y TxR realizados en nuestro Hospital. Se revisaron las características de los pacientes, causa de fallo hepático y renal, evolución del paciente y del injerto renal y las complicaciones en relación con el injerto renal. Resultados: Desde 1975 hemos realizado 1483 TxR y 409 TxH desde 1991, se hicieron 17 TxR en 15 de estos pacientes (3,7%). 4 pacientes eran mujeres (26,7%) y 11 varones (73,3%). La edad al TxH fue 52,5±9,3 años (entre 37 y 61 años) siendo las causas de fracaso hepático cirrosis enólica en 10 pacientes, hepatoma en 3 y hepatopatía vírica en 2. El TxR se hizo a una edad de 51±12.5 años (35 y 66 años). La causa de fallo renal fue glomerulonefritis crónica en 6 casos, nefropatía diabética en 3, nefropatía hipertensiva en 1, poliquistosis renal en 1 y no filiada en 4. La isquemia fría fue de 20,5±5,4horas (8-27 horas) en los asincrónicos y 6,4±5,4 en los sincrónicos (6-8 horas). Tres pacientes tenían TxR previo al hepático, 2 funcionantes sin que el TxH les afectase, y otro le había perdido por recidiva de glomerulonefritis IgA recibiendo un TxH y TxR sincrónico. La causa del fallo hepático en los 3 casos fueron hepatomas en relación con hepatopatías víricas B y C. En 6 casos se hizo Tx simultáneo y en 8 el Tx renal se hizo entre 16 y 83 meses tras el TxH (x=50,5±25,9 meses). Hubo diuresis inmediata en 3 de los sincrónicos (50%) y 3 de los asincrónicos (17,7%). Se perdió un injerto renal por trombosis venosa a las 24 horas y otros 2 por recidiva de la enfermedad (1 caso previo al TxH). El resto eran injertos funcionantes entre 4 y 264 meses de seguimiento (x=92,5±66,7 meses) con una creatinina media de 1,86±9,48 mg/100 oscilando entre 1 y 4,5. Han fallecido 5 pacientes, 4 por fracaso del injerto hepático con riñón funcionante a los 8 y 11 meses y 7 y 21 años con cifras de creatinina respectivamente de 3, 4,5, 1,1 y 1,1; otro paciente falleció a los 14 años por cáncer de esófago con creatinina de 1,16. Complicaciones en los casos asincrónicos fueron 5 rechazos agudos, 3 necrosis tubulares, 1 infección de herida, 1 hematoma perirrenal, 2 estenosis ureterales, 1 embolismo arterial en pierna derecha. En los casos sincrónicos no hubo casos de rechazo agudo, 2 necrosis tubulares, 1 trombosis venosa, 2 infecciones de herida, 1 hematoma perirenal y 1 fístula urinaria. La inmunosupresión fue variable siendo las asociaciones más frecuentes esteroides más tacrolimus en 7 (en tres casos tenían además micofenolato) y esteroides más ciclosporina en 3 (en 1 caso más micofenolato). Conclusiones: El trasplante hepatorenal es una alternativa válida en los pacientes con insuficiencia hepática y renal terminal. La incidencia de rechazo agudo es parece menor en los casos sincrónicos. Introduction: Nearly 50% of liver transplant recipients have some degree of renal failure; patients in haemodialysis treatment have a higher risk of suffering hepatic diseases related to viral infections or concomitant pathologies. Improvement in surgical and organ preservation techniques and immunosuppressive therapy has permitted multiorganic transplants in patients needing both liver and kidney organs. Objectives: To review our results in renal transplants in those patients with liver and kidney transplants. Material and method: Retrospective study of the 15 patients with liver and kidney transplants performed in our Hospital. We have reviewed patients´ main characteristics, liver and renal failure causes, renal graft and patient outcome and complications relate to renal transplant. Results: Between 1975 and December 2006 we performed 1483 kidney transplants and between 1991 and December 2006, 409 liver transplants. We performed multiorganic liver and kidney transplants to 15 patients (4 women and 11 men). The average for liver transplant recipients was 2.5±9.3 years (range 37-61) and for kidney transplant recipients was 51±12.5 years (35-66). Cold ischemia was 6.4±5.4 hours (6-8) in imultaneous liver-kidney transplant and 20.5±5.4 (8-27 hours) in non-simultaneous ones. Three patients had a renal transplant before the liver one (two functioning which had no changes after hepatic transplant but the other was lost due to IgA glomeruloneprhitis relapse and received a imultaneous kidney-liver transplant). Six patients received a simultaneous kidney-liver transplant and eight patients a renal transplant between 16 and 83 months (x=50.5±25.9 months) after the liver transplant. A renal graft was lost due to renal vein thrombosis and two due to IgA relapse; the hers were functioning between 6 and 264 months of follow-up (x=92.5±66.7) with creatinine levels of 1.86±mg/100, (range 1-4.5). Four patients died due to hepatic failure between 8 months and 21 years after renal transplant and another died of oesophagus cancer 14 years after the kidney transplant, in all cases with functioning renal graft. There were no cases of kidney graft acute rejection in simultaneous transplants but there were five in non-simultaneous ones. Immunotherapy was based on steroids and tacrolimus. Conclusions: Liver-kidney transplants are worthy options in patients with hepatic and renal end failure. Acute rejection seems to have fewer incidences in simultaneous liver-kidney transplantation.