Nada ha sido regalado ni fácil de conseguir. Detrás de cada uno de los derechos humanos de lesbianas, hombres gay, bisexuales y transgeneristas (LGBT) que Colombia ha reconocido, están escritas grandes luchas de organizaciones y de la comunidad durante décadas de activismo y resistencia. Se trata de luchas colectivas e individuales de cientos de miles de personas que han tenido que reconocer, aceptar, vivir y defender su orientación sexual y su identidad de género contra todo tipo de oposiciones: en la familia, el colegio, la iglesia, la oficina, el hospital, y en todos los demás momentos y lugares donde quiera que hacen su vida. Han tenido que vivir bajo el peso cruel y excesivo de una mirada sociocultural que niega, ignora o rechaza a quien se expresa diferente de cómo lo harían quienes siguen el modelo imperante, esto es, la única posibilidad de ser, sentir y vivir para todas las personas. No obstante algunos cimientos de esta problemática han comenzado a ceder en la medida en que la situación, las necesidades y los intereses de hombres gay y lesbianas se han ido reconociendo, investigando y debatiendo cada vez más en universidades, medios de comunicación, plazas públicas, partidos políticos y entidades estatales. La progresiva visibilidad de la población y de las organizaciones LGBT ha sacado las discusiones sobre sus derechos humanos de la clandestinidad y del ámbito de “lo privado” hasta llevarlas a las más altas instancias de poder de acción y decisión en el país. A partir del 2007 se empezaron a tomar las decisiones judiciales más importantes en Colombia sobre las parejas del mismo sexo. Fue mediante una serie de sentencias que sobre los derechos patrimoniales, de afiliación en salud y de pensión del sobreviviente promulgó la Corte Constitucional. Sin embargo, las leyes y las políticas públicas en Colombia todavía no se parecen a la realidad. Aunque la discriminación está prohibida por ley, persiste, es muy cruel, cotidiana, y se extiende a todos los ámbitos de la sociedad. Las encuestas sobre cultura ciudadana de los últimos años1 muestran que los niveles de intolerancia en Colombia contra la población LGBT son altos. Según la Encuesta Bienal de Culturas de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, el 82.4% de los bogotanos considera que los hombres gay y las lesbianas tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano; sin embargo, al 57.44% no le gustaría tenerlos como vecinos. En este mismo sentido se pronunció un 48.9% de los encuestados en Medellín, un 39.2% en Cali, un 62.6% en Neiva y un 53% en Santa Marta. Si bien estas cifras de intolerancia son preocupantes, no alcanzan a reflejar los verdaderos alcances de una grave problemática que limita la vida de la población LGBT en el país: la discriminación y la homofobia. Para documentar esta situación hacen falta protocolos y bases de datos que incluyan la orientación sexual o la identidad de género como un factor relevante de los estudios que llevan a cabo organizaciones y entidades gubernamentales y no gubernamentales que monitorean las violaciones de derechos humanos en el país. Investigación para el activismo: Con la certeza de que una mayor producción de estudios y análisis posibilita un mejor diagnóstico y ofrece un sustento sólido de las políticas y de las acciones dirigidas a garantizar el ejercicio de los derechos humanos LGBT, Colombia Diversa optó por el camino de la investigación y de la incidencia política. La Organización reconoce que cualquier acción es más pertinente y efectiva si se sustenta en una información veraz y precisa, capaz de sugerir las adecuaciones y los cambios necesarios para la vigencia plena de los derechos. Desde su creación, en el año 2004, el trabajo de investigación de Colombia Diversa ha sido constante. En el 2005 publicó Voces excluidas: legislación y derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en Colombia, un estudio sobre la legislación y la jurisprudencia de la Corte Constitucional a la luz del derecho internacional de los derechos humanos con respecto a las personas LGBT. Luego Colombia Diversa emprendería la observación sistemática de las violaciones de los derechos humanos y de la reacción gubernamental frente a la problemática. Sobre esta ruta, en el 2006 presentó el primer Informe de derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas, que recogió y analizó la información sobre los casos de este tipo de violaciones ocurridas en Colombia durante los años 2004 y 2005. El presente informe se refiere a los casos y situaciones correspondientes a los años 2006 y 2007. Con respecto al anterior, este documento incluye dos capítulos adicionales de gran relevancia. El primero se ocupa de las acciones gubernamentales de cara a los derechos de la población LGBT, y pretende aportar elementos para la concepción y puesta en marcha de los planes de desarrollo municipales y departamentales que serán aprobados en el año 2008. El segundo ofrece muestras representativas del papel de los medios de comunicación en relación con los imaginarios sobre la población y los derechos de las personas LGBT. Este informe, por último, incluye una serie de recomendaciones orientadas a mejorar la situación.