The shared spaces as an extension of the house: can shared spaces help us have more space at home?

¿Cuántos de nosotros practicamos deporte fuera de casa por falta de espacio, cuantos comemos fuera de casa por falta de tiempo y cuantos de nosotros no tenemos espacio para secar la ropa? Estas preguntas responden todas a una única respuesta: la falta de espacio en nuestras casas. La falta de espacio por una incorrecta lectura de normativas y una especulación inmobiliaria salvaje que ha intentado reducir el tamaño de los pisos más allá de los 36 metros cuadrados hacia abajo, ha hecho que tengamos que utilizar servicios fuera de nuestras casas y compartirlos con demás gente que comparte este problema. Este trabajo recoge todas estas situaciones a través de tres capítulos: un primer capitulo es el recopilatorio de como a través de una herencia de espacios compartidos estos han sido presentes desde la antigüedad hasta nuestros días [¿es posible compartir el baño con nuestro vecino? ¿Cómo lo hacían los romanos? ¿Y los japoneses?]; un segundo capitulo recopilatorio de diferentes casos de estudio que nos sensibilizan de diferentes respuestas al mismo problema y de cuánto ocupan las cosas en nuestras casas [¿es posible menos servicios en casa y más espacios compartidos en un mismo edificio?]; y un último capitulo de choque con la realidad: ¿estará la gente dispuesta a compartir espacios? Un trabajo que quiere reflejar como los espacios públicos o compartidos son vividos como algo más allá que un espacio en la calle, sino mas bien diríamos que son espacios que pertenecen a una extensión de la casa, unos espacios que para muchos son espacios desordenados y anárquicos, pero que como podremos ver más hacía adelante son más bien lo contrario, espacios que parten de una lógica de tener metros cuadrados más allá de las cuatro paredes de nuestra casa, espacios de convivencia, de aprendizaje y que gracias a la cooperación pueden ser beneficiosos para la economía y la emergencia climática actual, y la flexibilidad de nuestros hogares.
How many of us play sports outside the home due to lack of space, how many of us eat outside the home due to lack of time and how many of us do not have space to dry clothes? These questions all have a single answer: the lack of space in our homes. The lack of space due to an incorrect reading of regulations and wild speculation market that has tried to reduce the size of the apartments beyond 36 square meters, has meant that we have to use services outside our homes and share them with other people who shares this problem. This work collects all these situations through three chapters:a first chapter that is a compilation of how, through a heritage of shared spaces, these have been present from ancient times to the present day [Is it possible to share the bathroom with our neighbour? Like the Romans did? And the Japanese culture?]; a second compilation chapter of different case studies that make us aware of different responses to the same problem and how much things take up in our homes [is it possible to have fewer services at home and more shared spaces in the same building?]; and a final chapter of shock with reality: will people be willing to share spaces? This thesis wants to reflect how public or shared spaces areexperienced as something beyond a space on the street, butrather we would say that they are spaces that belong to anextension of the house, spaces that for many people are disordered and anarchic spaces, but as we will see later on, they are quite the opposite, spaces that are based on a logicof having square meters beyond the four walls of our house, spaces for coexistence, learning and that, thanks to cooperation, can be beneficial for the economy and the current climate emergency, and the flexibility of our houses.