Políticas de masacre: una revisión crítica del fracaso constitucional en Myanmar e India durante la crisis de los Rohingya

Los Rohingya son una minoría musulmana en Myanmar que han sido objeto de discriminación y violencia generalizada y se han visto obligados a escapar por la frontera hacia Bangladesh y la India. Están desnutridos y apátridas; por lo tanto, tienen que vivir en campamentos improvisados. Los recientes enfrentamientos étnicos en el estado de Rakhine (Arakan) de Myanmar entre los Rakhines budistas y los Rohingya musulmanes han captado la atención internacional. Parece como si se hubiera corrido una cortina para exponer una cicatriz horrible. Los musulmanes de Rohingya nunca fueron incluidos en la lista de 137 etnias reconocidas por el Gobierno de Myanmar, lo que provocó su falta de reconocimiento como ciudadanos de Myanmar y la incidencia de tortura y discriminación contra ellos por motivos étnicos y religiosos. El pueblo Rohingya ha sido perseguido durante décadas y ya es hora de que su causa reciba la atención que merece. Sin una investigación más profunda sobre los orígenes de la crisis de los Rohingya, el futuro de esta comunidad de minoría étnica parece sombrío. Debe haber consecuencias para aquellos que perpetran, permiten, ayudan e instigan tales crímenes. La comunidad internacional debe tomar medidas para salvaguardar a los Rohingya, abordar los cargos de crímenes de lesa humanidad y garantizar que las atrocidades y la impunidad no queden sin control durante otra generación. A la luz de la agitación política y las rupturas constitucionales en Myanmar, este artículo intenta arrojar luz sobre las causas de estos atroces abusos contra los Rohingyas. El documento también hace un esfuerzo por investigar la situación de los refugiados Rohingya al observar los principios de no devolución y otras normas consuetudinarias del derecho internacional en países vecinos como India. El artículo continúa discutiendo la posición adoptada por el gobierno indio sobre la definición de la nacionalidad de estos refugiados y ofrece recomendaciones para hacerlo.
The Rohingya are a Muslim minority in Myanmar who have faced widespread discrimination and violence, forcing them to escape over the border into Bangladesh and India. Malnourished and stateless, they have to live in improvised camps. Recent ethnic confrontations in Myanmar's Rakhine (Arakan) State between Buddhist Rakhines and Muslim Rohingya have drawn international attention. It is as if a curtain has been pulled back to expose a horrible scar. The Rohingya Muslims were never included in the list of 137 ethnicities recognized by the Government of Myanmar, which has led to their lack of recognition as citizens of Myanmar and to their being subjected to torture and discrimination based on their ethnicity and religion. The Rohingya people have been persecuted for decades, and it is time for their cause to receive the attention it deserves. Without a deeper investigation into the origins of the Rohingya crisis, the future of this ethnic minority community seems bleak. There must be consequences for those who perpetrate, enable, aid, and abet such crimes. The international community must take action to protect the Rohingya, address charges of crimes against humanity, and ensure that atrocities and impunity do not go unchecked for another generation. In light of the political upheavals and constitutional breakdowns in Myanmar, this article attempts to shed light on the causes of such heinous abuses against the Rohingyas. The paper also attemps to examine the predicament of the Rohingya refugees by looking at the non-refoulment principles and other customary norms of international law in neighbouring countries such as India. The article then discusses the Indian government’s position on defining the nationality of these refugees and offers recommendations for doing so.