Gestionando la diversidad del territorio periurbano desde la complejidad de las instituciones estatales implementación de políticas públicas para el sostenimiento de la agricultura en los bordes de la región metropolitana de Buenos Aires (2000-2013)

Con 4.400 kilómetros cuadrados de superficie y 13 millones de habitantes, la conurbación Gran Buenos Aires es una de las principales áreas urbanizadas de América Latina. A su vez, su espacio de influencia regional, la denominada Región Metropolitana, abarca unos 15.000 kilómetros cuadrados. En el cinturón productivo ubicado sobre sus bordes, alrededor de 1.500 empresas hortícolas se emplazan en 16.000 hectáreas, abasteciendo aproximadamente al 30 % de la demanda alimenticia "en fresco" urbana. De esa superficie, 3.000 corresponden a superficie ocupada con invernáculos, que a su vez representan el 40% de la superficie nacional de cultivos bajo cubierta. En las últimas décadas, agentes económicos de nacionalidad boliviana han adquirido un rol central en la producción y comercialización de tales productos. Como consecuencia del contexto emergente tras la crisis económica nacional del año 2001, en la que el abastecimiento alimentario a las ciudades cobró importancia y el Estado abandonó el paradigma de la "Nueva Gestión Pública" de la década del noventa para centrarse en intervenciones mucho más focalizadas en lo social, en el último decenio se ha producido una creciente instalación de la agricultura periurbana como tema de agenda pública. Entre los años 2000 y 2008, distintos distritos de la periferia de la Región Metropolitana de Buenos Aires han generado políticas para gestionar sus interfases urbano-rurales (los municipios de Moreno, Florencio Varela y Pilar, los cuales son presentados como casos de estudio), así como desde la Provincia de Buenos Aires se institucionalizó una Dirección Provincial de Agricultura Periurbana. Todo ello adquirió mayor dimensión cuando, durante 2009 y 2010, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria creó una agencia metropolitana especializada en agricultura urbana y periurbana; y el Ministerio de Agricultura de la Nación presentó un Programa Nacional de Agricultura Periurbana. En estos procesos asumieron un protagonismo significat
With a surface area of 4,400 km2 and a 13-million population, the Greater Buenos Aires urban agglomeration is one of the main urbanized areas of Latin America. In addition, the space over which the city exerts its regional influence – the Metropolitan Region – covers about 15,000 km2. In the production belt located in its fringe, about 1,500 horticultural production units occupy 16,000 hectares, supplying roughly 30% of the urban fresh food demand. Out of this surface area, 3,000 pertain to surface area occupied with greenhouses, which in turn represents 40% of the national surface area of crops under roof. Over the last decades, economic agents of Bolivian origin have come to play a central role in the production and marketing of such products. As a result of the context emerging from the national economy crisis of year 2001, in which food supply into the cities became relevant and the State abandoned the "New Public Management" paradigm of the 1990s to center on interventions much more focused on the social aspects, over the last ten years, agriculture in the rural-urban fringe has increasingly gained space in the public agenda. Between years 2000 and 2008, different municipalities of the periphery of the Buenos Aires Metropolitan Region have wrought policies to manage their urban-rural interfaces (case studies: Moreno, Florencio Varela and Pilar), and within the Province of Buenos Aires, a Provincial Office of Periurban Agriculture acquired institutional rank. The creation by the National Institute of Agricultural Technology of a metropolitan agency specialized in urban and periurban agriculture, and the introduction by the National Ministry of Agriculture of a National Program of Periurban Agriculture during 2009 and 2010 took things to a whole new level. Technical experts of municipal rank played a key role in the above processes, as they went above the State's upper structures. However, the generation of new initiatives to manage territories as complex as the