La grande de Juan José Saer: otra vuelta, la última, pero en espiral

El proyecto literario saereano se estructura sobre una región –la zona- que ensambla geografía y existencia: tiene un referente real, la ribera del río Paraná, y es condición para discusiones filosóficas, reflexiones sobre la lengua, relaciones entre literatura y realidad, conversaciones entre amigos. Los personajes que la habitan atraviesan la obra de Saer y envejecen junto a su creador. Cada novela completa sus construcciones ficcionales y avanza en conflictos y situaciones. Memoria y relato, percepción y representación del tiempo son sus Leit-motiven. La grande, novela póstuma y compendio de su obra, está estructurada en siete capítulos de Martes a Lunes; el último, Lunes, pensado como coda, sólo lo compone una línea. La muerte del escritor trunca su tiempo para el proyecto literario. Propongo un análisis de la representación temporal de la novela en todas sus dimensiones: el devenir viejos de los personajes de la saga; la construcción espacio-temporal en el desarrollo narrativo, el recurso para su representación; la incrustación del tiempo histórico y funcionalidad referencial de los días de la semana en el contexto de la novela y de la obra del autor.