Al mal tiempo buena cara. Un centro lúdico-social para el barrio de Morvedre

[ES] Al norte de la ciudad de Valencia, pasado el puente de Serranos, nos encontramos con el barrio de Morvedre, un barrio atravesado y organizado por la Calle Sagunto, un eje estructurador de la ciudad que conecta el centro de la ciudad con la Huerta Norte, una relación tan importante como fructífero a lo largo de la historia de Valencia. La propuesta restaura la importancia de dicho eje, desdibujado a lo largo del siglo XX por culpa de la implantación de retículas ortogonales como instrumento urbanizador, por medio de la reactivación de la Calle Sagunto. Para ello se propone un centro lúdico-social donde la sostenibilidad y la accesibilidad se convierten en los temas principales. Casi totalidad del programa se desarrolla en planta baja y se ofrecen espacios aptos para facilitar el acceso, tránsito y uso de personas con movilidad reducida. Todas las decisiones proyectuales se rigen por cuestiones de sostenibilidad, desde la elección de materiales hasta la configuración de los espacios interiores, programa de usos o propuesta de urbanismo, a través de la cual se potencia el uso medios de transporte alternativos, principalmente la bicicleta. Además del centro lúdico-social, la propuesta ofrece una solución a la ausencia de espacio libre público que sufre el barrio, uno de los más densos de la ciudad, por medio de una serie de espacios exteriores que configuran la planta del conjunto. Uno de esos espacios está cubierto y alberga una frondosa vegetación, generando un espacio porticado de carácter casi basilical que permite el encuentro social en la plaza incluso en días de lluvia. El programa público lo completan, con el fin de activar el conjunto y ofrecer más posibilidades a los usuarios, una serie de usos complementarios como una cafetería, un pequeño mercado o incluso zonas habilitadas en las cubiertas para el uso y disfrute de los visitantes. Finalmente se interviene también en las preexistencias de mayor valor con actuaciones mínimas que pretenden mejorar las condiciones de habitabilidad actuales, mostrando así un gran respeto por la arquitectura del pasado, aprovechando la energía ya invertida en ella para dar respuesta a cuestiones del presente y, por qué no, del futuro, reforzando el discurso de sostenibilidad que defiende la propuesta.
[EN] In the North of Valencia, across the Serrano's bridge, we find the neighborhood of Morvedre, a hood crossed and organised by Sagunto street, a city's structural axis which connects the city center with the Valencia's North Garden, such an important and successful historical relation. The proposal restores such axis' importance, which has been deconstructed throughout the XX century due to the introduction of orthogonal grids as urban instrument, by means of a reactivation of Sagunto street. To achieve so a ludic-social center is proposed, where sustainability and accesibility become the main themes to look after. Almost the whole program is developed in the ground floor and suitable spaces are offered to facilitate the acces, transit and use by people with reduced mobility. In addition, all decisions are governed by sustainability issues, from materials selection to the inner spaces configuration, program of uses or urbanistic proposal trough which the use of alternative means of transport, mainly the bicycle. Besides the ludic-social center, the proposal offers a solution to the lack of public space suffered by the neighborhood, one of the most dense in the city, by means of different outdoor spaces which configure the plan of the complex. One of those spaces is covered and hostes a lush vegetation, generating an arcade space that admits the social encounter even in rainy days. The program is completed with a cafeteria to activate the complex and to offer more possibilities to the users, an administration area, and a productive greenhouse building which will host aeroponic culture, a sort of culture that offers a high productivity at a minimum economic and spatial cost, so the Valencia's North Garden can be brought over the city center, thus showing the due respect and admiration to the products that everyday fill our meal dishes.