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Pensado a mano, sentido a pie: a propósito de la experiencia de la arquitectura

Authors :
Gutiérrez-Mozo, María-Elia
Gilsanz Díaz, Ana
Caro Gallego, Cristina
Universidad de Alicante. Departamento de Expresión Gráfica, Composición y Proyectos
Grupo de Investigación en Arquitectura: Experiencias del Entorno (GIA_EDE)
Metrópoli, Arquitectura y su Patrimonio (MAP)
Source :
RUA. Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante, Universidad de Alicante (UA)
Publication Year :
2019
Publisher :
Munilla-Lería, 2019.

Abstract

Si creemos que la arquitectura es un arte, entonces convendremos con Borges que no se puede enseñar, tan solo podremos enseñar a amarla, tarea no fácil, aunque posible. Los profesores de Composición enseñamos a mirar y escuchar, dejando a la propia arquitectura hablar, pues es elocuente. Para ello, habrá que "saber ver" la arquitectura real, que no se halla en los museos ni en las pantallas, sino que está donde está y, por tanto, para conocerla habrá que ir a experimentarla y dibujarla, que es como los arquitectos conocemos y entendemos la arquitectura. Anegados como estamos de imágenes, reivindicamos un cuerpo a cuerpo con ella. Viajar y dibujar. Dibujar y viajar: pensado a mano, sentido a pie. Este texto sostiene y argumenta que la enseñanza de la arquitectura tiene que partir de ella misma, que en cada una de sus obras maestras nos ofrece una auténtica, insustituible, lección magistral. Lo cual nos obliga a salir de las escuelas para visitarlas dondequiera que estén, a recorrerlas despacio y, si es posible, a habitarlas: se impone viajar. Y hay que visitarlo todo: lo clásico y lo moderno, lo cercano y lo lejano, lo supuestamente conocido y lo aún por conocer. Con este bagaje de viajero que observa y experimenta, escucha y mira, huele y toca, piensa, siente, dibuja y anota, sabrá si desea ardientemente (no hay otra manera) ser arquitecto o no. Esa es la cuestión para la causa de la arquitectura. If we believe that architecture is an art, then we will agree with Borges that it can not be taught, we can only teach to love it, which is not an easy task. We, composition teachers teach to look and to listen, leaving the eloquent architecture to speak. For this, it will be necessary to "know how to see" real architecture, which is not found in museums or screens, but is where it is. Therefore, to know it we will have to go there to experience it, to draw it, as this is how architects know and understand architecture. Inundated with images, we claim a hand to hand with architecture. Travelling and drawing. Drawing and travelling: thought by hand, felt on foot. This paper argues and states that architectural education has to start from architecture itself As in each of its masterpieces, it offers us an authentic and irreplaceable master lesson, forcing us to get out of schools to visit them wherever they are, to roam around slowly and, if possible, to inhabit them. Travelling is imposed. Everything has to be visited: the classic and the modern, the near and the far, what is supposedly known and the still unknown. With this traveller's baggage that observes and experiences, listens and looks, smells and touches, thinks, feels, draws and writes, the architecture student will know if he/she ardently desires (there is no other way) to be an architect or not. That is the question for the cause of architecture.

Details

Database :
OpenAIRE
Journal :
RUA. Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante, Universidad de Alicante (UA)
Accession number :
edsair.RECOLECTA.....52b92cb4d6fd51ff1bbafaaa7911b751