In spite of the fact that the former inhabitants of ancient Peru didn’t know the chicken, as the chronicles inform us, there were those who have maintained the opposite view, based on the supposed existence of the indigenous word that names it. Thus, it is maintained that the Quechua Word "atawallpa", coincident with the name of the last king of the Inkas, ambushed in Cajamarca in 1532, or its shortened form "wallpa", could be also, for some reason which is not explained, unless willfully, the original native designation of the avian. Summing up this pseudo-erudite practice, not only there has been someone who glossed the name of the Inka sovereign as “Happy rooster”, but also it has been anachronically postulated for the Proto-Quechua lexicon. That being so, in the present paper we’ll seek to demonstrate that, following the advertisement made by the historian cited in our epigraph, that the native name of the avian is derived, formally, from the anthroponym of the mentioned sovereign, its etymon going back to *ataw wallpa, from which the numerous variants that the designation of the rooster has, not only in the Andean languages but also in a good number of the Amazonian languages, are derived. As it will be shown, the postulation advanced gives there as on this time to folk etymology, or so to speak, to naïve etymology, otherwise discredited in the realm of the scientifically oriented studies of the discipline. Finally, we’ll try to prove that the ulterior origin of the name goes back to Puquina, the third general language of ancient Peru., Resumen Pese a conocerse que los habitantes del antiguo país de los incas desconocían el ave de corral, según nos refieren las crónicas, no han faltado quienes sostengan lo contrario, basándose en la supuesta existencia del nombre indígena que lo estaría designando. Y así se afirma que la palabra quechua "atawallpa", coincidente con el nombre del soberano emboscado en Cajamarca en 1532, o su forma abreviada "wallpa", vendría a ser también, por alguna razón que no suele explicarse, o se lo hace antojadizamente, la designación nativa original de la gallinácea. En el colmo de esta práctica seudo-erudita y desinformada no ha faltado quien traduzca el nombre del soberano inca como “Feliz gallo”, pero igualmente se ha caído en el error de reconstruirlo, anacrónicamente, para el proto-quechua. Pues bien, en el presente trabajo buscaremos demostrar, siguiendo la advertencia señalada por el enciclopédico historiador citado en nuestro epígrafe, que el nombre nativo del gallo se deriva, formalmente, del antropónimo del mencionado monarca, cuyo étimo remonta a *atawwallpa, y a partir del cual se explican las numerosas variantes que registra la designación del gallo no solo en las lenguas andinas sino también en buena parte de las amazónicas. Como se verá, la propuesta ofrecida le hace una concesión esta vez a la etimología popular, o ingenua, por lo demás tan vapuleada en los estudios de corte etimológico científico. Finalmente, demostraremos que el origen ulterior del nombre es de filiación puquina, la tercera lengua general del antiguo Perú.