Introducción: la telemedicina y más concretamente la consulta telefónica, está siendo usada desde hace años en multitud de países como alternativa a la consulta tradicional con buenos resultados. En nuestro país, este tipo de consulta había sido muy limitado, sobre todo al ámbito de Atención Primaria, hasta la llegada de la crisis sanitaria por la COVID-19, momento en el que se aceleró su implantación para dar respuesta a un problema de accesibilidad al sistema sanitario. Existen pocos estudios que analicen la utilidad de la consulta telefónica y la mayoría están realizados en Atención Primaria. El objetivo de este estudio es analizar la utilidad de la consulta telefónica en Otorrinolaringología. Material y métodos: es un estudio descriptivo, ambispectivo y multicéntrico en el que los pacientes fueron reclutados de los hospitales Morales Meseguer, Virgen del Castillo y Centro de especialidades del Carmen. Se compararon dos grupos de pacientes, uno atendido de forma telefónica y otro atendido presencialmente y se realizó un análisis descriptivo del grupo de pacientes atendidos telefónicamente incluyendo características sociodemográficas, motivos de consulta y diagnósticos más frecuentes, atenciones en urgencias etc. Además, se analizan las diferencias entre centros de atención, facultativos, concordancia diagnóstica y satisfacción percibida. No se realizó cálculo del tamaño muestral. Se incluyeron todos los pacientes que fueron atendidos en las consultas de Otorrinolaringología durante el periodo de estudio (exceptuando urgencias) con un total de 1242 pacientes. Tras la recogida de las variables realizamos un análisis estadístico mediante el programa IBM-SPSS v25. Se ha realizado un análisis univariante comparando las variables analizadas entre si. Todos los análisis son de dos colas y se considera significativo cuando es igual o menor de 0,05. Resultados: la consulta telefónica parece ser una herramienta útil que en poco tiempo ha sido ampliamente aceptada debido a la situación de pandemia por la COVID-19. La edad media de los pacientes atendidos telefónicamente fue significativamente menor que la de los atendidos presencial y presencialmente tras consulta telefónica (46,92 versus 55,31 y 56,42 años, < 0,001), sin embargo, no hubo diferencia en cuanto al sexo ( 0,164). Solo el 15 % de los pacientes derivados por Atención Primaria precisaron consulta presencial. En el Hospital Virgen del Castillo se atendieron significativamente más consultas telefónicas que en los otros centros (90,6 % versus 75,4 % en Hospital Morales Meseguer y 74,3 % en Centro de especialidades del Carmen, < 0,001). No se observaron diferencias significativas entre el número de primeras o segundas visitas atendidas telefónicamente. Encontramos diferencias entre el tipo de consulta y el facultativo que la atendió ( < 0,001). Las áreas ORL más frecuentes por las que consultaron los pacientes de la consulta telefónica fue oído (49,9 %) seguida de cavidad oral, faringe y laringe (22,9 %); mientras que presencialmente fueron oído (43,8 %), seguida de oncología (19,6 %) con una diferencia significativa. También observamos diferencias en los motivos de consulta entre ambos grupos ( < 0,001). Así, en la consulta telefónica los pacientes consultaron más por hipoacusia (19,7 %), seguido de obstrucción nasal (13,5 %) y de disfonía (10,3 %); mientras que en la consulta presencial los motivos de consulta más frecuentes fueron la revisión postquirúrgica (14,3 %), seguida de la hipoacusia (11, 6 %) y de la revisión oncológica (10,7 %). La concordancia diagnóstica en pacientes atendidos telefónicamente que acudieron posteriormente de forma presencial fue del 78,4 % (K = 0´853, IC95% 0´796-0´911). No encontramos diferencias significativas entre ambos grupos en la consulta de alta resolución (57 % versus 57,5 %, 0,938) ni en las visitas a Urgencias posteriores ( 0,101). Sin embargo, si hubo diferencias en las visitas de seguimiento y el destino tras la consulta ( < 0,001), proporcionando más altas a pacientes del grupo presencial (24,3 % versus 16,8 %). Conclusiones: durante el periodo de estudio se atendieron 1242 consultas, 964 (77,6%) se realizaron de forma telefónica. La edad media de los pacientes atendidos telefónicamente fue 46,9 años; la de los pacientes atendidos presencialmente 55,3 años. Los motivos de consulta más susceptibles de atención telefónica fueron: la hipoacusia, la obstrucción nasal y la disfonía. Los pacientes atendidos de forma telefónica no precisaron más consultas de seguimiento ni más visitas a urgencias. La concordancia diagnóstica de las consultas telefónicas con las presenciales fue alta, con un 78,4 %. Los pacientes atendidos presencialmente presentaron una satisfacción mayor que los atendidos telefónicamente. Se presenta una propuesta de protocolo elaborado por consenso para la integración de la consulta telefónica en la práctica habitual. Introduction: telemedicine, and more specifically telephone consultation, has been used for years in many countries as an alternative to traditional consultation with good results. In our country, this type of consultation had been very limited, especially in the primary care area, until the arrival of the health crisis due to COVID-19, when its implementation was accelerated in response to a problem of accessibility to the health system. There are few studies that analyze the usefulness of telephone consultation and most of them have been carried out in Primary Care. The aim of this study is to analyze the usefulness of telephone consultation in Otolaryngology. Material and methods: this is a descriptive, ambispective and multicenter study in which patients were recruited from the Morales Meseguer, Virgen del Castillo hospitals and del Carmen outpatient center. Two groups of patients were compared, one group attended by telephone and the other attended in person, and a descriptive analysis was made of the group of patients attended by telephone, including sociodemographic characteristics, reasons for consultation and most frequent diagnoses, emergency room visits, etc. In addition, the differences between centers, physicians, diagnostic concordance and perceived satisfaction were analyzed. The sample size was not calculated. We included all the patients who were seen in the Otolaryngology consultations during the study period (except for emergencies) with a total of 1242 patients. After collecting the variables, we performed a statistical analysis using the IBM-SPSS v25 software. All analyses were two-tailed and were considered significant when equal to or less than 0.05. Results: telephone consultation seems to be a useful tool that in a short time has been widely accepted due to the pandemic situation by COVID-19. The mean age of patients attended by telephone was significantly lower than those attended in person and in person after telephone consultation (46.92 versus 55.31 and 56.42 years, < 0.001), however, there was no difference in sex ( 0.164). Only 15% of the patients referred by primary care required face-to-face consultation. At the Hospital Virgen del Castillo, significantly more telephone consultations were attended than at the other centers (90.6 % versus 75.4 % at Morales Meseguer Hospital and 74.3 % at del Carmen outpatient center, < 0.001). No significant differences were observed between the number of first or second visits attended by telephone. We found differences between the type of consultation and the attending physician ( < 0.001). The most frequent ENT areas for which patients consulted by telephone were ear (49.9 %) followed by oral cavity, pharynx and larynx (22.9 %); while in person they were ear (43.8 %), followed by oncology (19.6 %) with a significant difference. We also observed differences in the reasons for consultation between the two groups ( < 0.001). Thus, in the telephone consultation, patients consulted more for hearing loss (19.7 %), followed by nasal obstruction (13.5 %) and dysphonia (10.3 %); while in the face-to-face consultation the most frequent reasons for consultation were post-surgical revision (14.3 %), followed by hearing loss (11.6 %) and oncology revision (10.7 %). Diagnostic concordance in patients attended by telephone who subsequently attended in person was 78.4 % (K = 0.853, 95%CI 0.796-0.911). We did not find significant differences between the two groups in the high-resolution consultation (57 % versus 57.5 %, 0.938) or in subsequent visits to the emergency department ( 0.101). However, there were differences in follow-up visits and destination after consultation ( < 0.001), with more discharges to patients in the in-person group (24.3 % versus 16.8 %). Conclusions: during the study period, 1242 consultations were attended, 964 (77.6%) were made by telephone. The mean age of the patients attended by telephone was 46.9 years; the mean age of the patients attended in person was 55.3 years. The most common reasons for consultation by telephone were hearing loss, nasal obstruction and dysphonia. Patients attended by telephone did not require more follow-up consultations or more visits to the emergency department. Diagnostic concordance between telephone and face-to-face consultations was high, with 78.4%. Patients attended in person were more satisfied than those attended by telephone. We present a proposal for a protocol developed by consensus for the integration of telephone consultations into usual practice.