La demanda mundial de alimentos está aumentando y cambiando rápidamente debido a múltiples factores, entre los que se incluyen el crecimiento de la población, los cambios en la dieta o el desarrollo económico. La mejora de la sostenibilidad del sistema agro-alimentario es una prioridad a nivel mundial, aunque muchos de los esfuerzos que se han realizado durante las últimas décadas se han centrado únicamente en el lado de la producción y la cadena de suministro, como el aumento de la productividad agrícola o las hectáreas cultivadas. Sin embargo, el manejo de la demanda de alimentos, es decir, de los hábitos alimentarios, puede brindar no solo beneficios desde el punto de vista de la salud, sino también otros importantes desde el punto de vista del uso de tierra, agua y energía. La promoción del consumo responsable, (dietas sostenibles y saludables y la reducción del desperdicio de alimentos), es una estrategia clave para lograr beneficios ambientales, una seguridad alimentaria sostenible y una mejora de la salud pública. La necesidad de combinar enfoques de gestión de la oferta de alimentos junto con los de la demanda, para aumentar la seguridad alimentaria mundial de manera sostenible, es un principio integrado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Entre los diferentes objetivos y metas, el ODS 12 se enfoca en la producción y el consumo responsables. Sin embargo, además de impactos ambientales, los cambios de patrones de consumo pueden causar problemas de salud importantes, como enfermedades coronarias, diabetes y obesidad. Países como España están realizando importantes esfuerzos para reducir el nivel de desperdicio alimentario, revertir los crecientes índices de obesidad y promover la adopción de hábitos alimentarios más saludables, como la recomendada y tradicional dieta Mediterránea. Ésta es reconocida por mejorar la salud de la población con productos locales, tradicionales y de temporada como frutas, verduras, aceite de oliva y pescado. Sin embargo, los patrones de consumo españoles actuales (especialmente entre la generación más joven, urbana y/o de bajos ingresos), parecen estar cambiando hacia dietas poco saludables. Con el fin de conectar el uso del agua, la agricultura, el medio ambiente, la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud, esta Tesis tiene como objetivo estudiar los patrones de consumo actuales en hogares españoles y el posible alejamiento que se está produciendo respecto a la dieta Mediterránea tradicional y recomendada, así como el desperdicio alimentario, evaluando los impactos hídricos y nutricionales que estas prácticas generan. Por lo tanto, esta Tesis ofrece tres perspectivas complementarias dentro del ODS 12, buscando llenar algunas brechas de conocimiento sobre impactos hídricos y nutricionales del consumo de alimentos, centrándose en las tendencias alimentarias actuales de los hogares de España, el comercio agro-alimentario, el desperdicio de alimentos y dos tipos de dietas recomendadas. El primer estudio de la Tesis se centra en la evaluación y comparación de la Huella Hídrica (HH) de dos dietas recomendadas; la Mediterránea y la Americana, para estudiar la sostenibilidad de la primera respecto a otras, así como el ahorro de agua de posibles cambios en la dieta en España y Estados Unidos. Los resultados muestran que la dieta Americana tiene una HH final un 29% más alta en comparación con la Mediterránea, independientemente de donde se producen los alimentos. En EE. UU., un cambio a una dieta Mediterránea reduciría el uso consuntivo de su HH (agua Verde + Azul) 1252 litros/ persona día. Mientras que un cambio hacia una dieta Americana en España aumentaría el uso consuntivo del agua 1277 litros/ persona día. La mayor parte de la HH final de ambas dietas está siempre vinculada al agua Verde, lo que implica que el mayor impacto de cambios de dieta está relacionado igualmente con el uso de tierra. Las aguas grises en Estados Unidos son un 67% más altas que en España. Además, solo 5 productos representan la mayor parte del total de HH de las dos dietas en ambos países, siendo la carne, las grasas, el aceite y los productos lácteos los productos con mayor HH. El segundo estudio de la Tesis se centra en evaluar los impactos hídricos relacionadas con el consumo de alimentos y su desperdicio en hogares españoles. También se presta atención a los impactos del agua en España y otros países, desde los cuales se importan alimentos (es decir, estudiando el Agua Virtual importada y el comercio de alimentos). Los resultados mostraron que, para el período de 1 año que comienza el 1 de octubre de 2014, la HH final del consumo actual en España es 3.302 litros/ persona día (de los cuales 2.555 son agua Verde y 400 agua Azul). Los productos que representan la mayor parte de la HH final son, una vez más, carne, grasas animales y productos lácteos. Del mismo modo, aproximadamente el 41% de la HH final de la dieta en hogar proviene de otros países, es decir, es agua virtual importada, siendo los principales orígenes; Túnez, Portugal y Francia. La HH final del desperdicio de alimentos a nivel hogar se estima en 131 litros/persona día (de los cuales 97 son agua Verde y 19 agua Azul), equivalente al 4% de la HH final del consumo. Respecto al análisis nutricional, los nutrientes desperdiciados debido a desperdicios de alimentos por persona y año fueron: 40.385 kcal, casi 7,5 kg de macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos), 483 gramos de fibra y 160 gramos de micronutrientes (vitaminas y minerales). La tercera investigación de la Tesis tiene como objetivo estudiar y comparar los impactos hídricos y nutricionales del patrón de consumo actual en hogares españoles con los de la dieta Mediterránea recomendada. Así pues, se calculó su composición nutricional, se compararon sus HH y se desarrolló un nuevo enfoque metodológico para evaluar la eficiencia nutricional-hídrica (es decir, el valor nutricional por unidad de agua utilizada). Los resultados muestran que el patrón de consumo actual en hogares españoles se está alejando de la dieta Mediterránea recomendada, hacia otra alternativa que contiene tres veces más carne, productos lácteos y azúcar, y un tercio menos de frutas, verduras y cereales. La dieta Mediterránea también es menos calórica, ya que contiene cantidades menores de proteínas y grasas, y más rica en fibra y micronutrientes. Debido a las altas HH de los productos animales, un cambio hacia una dieta Mediterránea reduciría 753 litros/ persona día el uso consuntivo de agua (de los cuales 34 son agua Azul). Además, la dieta Mediterránea tiene una mayor eficiencia nutricional-hídrica que el consumo actual: se obtienen más energía, fibra y macro y micronutrientes por litro de agua utilizada. A la luz de estos resultados, un cambio a una dieta Mediterránea producida localmente (en la que las frutas, el pescado, y las verduras representan una mayor proporción de la ingesta de alimentos) y la reducción del desperdicio de alimentos, producirían significativos ahorros de agua (753 y 116 litros de agua consuntiva por persona día, respectivamente) y beneficios nutricionales. En consecuencia, la preservación y la adopción de la dieta Mediterránea, así como la reducción del desperdicio alimentario a nivel hogar, especialmente entre las generaciones jóvenes y urbanas, es un objetivo importante para los países del ámbito mediterráneo, y potencialmente para otros. ----------ABSTRACT---------- Global food demand is increasing and changing rapidly because of multiple drivers including population growth, dietary shifts, and economic development. Improving the sustainability of global food systems is a top priority, although many of the efforts that have been made during the last decades have only targeted the production side and supply chain, like increasing agricultural productivity or expanding the agricultural area. Yet, managing food consumption demand, i.e., people’s eating habits might deliver not only health, but also important co-benefits from a land, water, and energy perspective. The promotion of responsible consumption, that is, sustainable-healthy diets and reduced food loss and waste, is a key strategy to achieve environmental benefits, sustainable food security, and to enhance public health. The need to combine supply and demand management approaches to increase global food security in a sustainable manner is an embedded principle of the United Nations’ Sustainable Development Goals (SDGs). Among the different goals and targets, SDG 12 focuses on responsible consumption and production in order to achieve environmental benefits and sustainable food security. In addition to the environmental impacts, dietary shifts can cause important health problems such as coronary diseases, diabetes, and obesity. Countries like Spain are making significant efforts to reduce food loss and waste, reverse growing obesity trends, and promote the adoption of healthier food habits like the recommended and traditional Mediterranean Diet. This is recognized as a key strategy to improve the population´s health with locally grown, traditional, and seasonal products like fruits, vegetables, olive oil, and fish. Nevertheless, current Spanish consumption patterns (especially among younger generations, and urban and/or low-income citizens), appear to be shifting towards unhealthier diets. With a view to connect water, agriculture, environment, food security, nutrition and health, this research aims to investigate the current dietary patterns of Spanish consumers and the possible shifting away that they are doing from a traditional and recommended Mediterranean diet, as well as households’ food waste generation, assessing their water and nutritional impacts. Therefore, this Thesis offers three complementary perspectives within SDG 12, by seeking to fill some knowledge gaps in the water and nutritional impacts of food consumption, and focusing on Spain’s households’ current food trends, agricultural trade, food waste, and two types of recommended diets. The first research within the Thesis assesses and compares the water footprint (WF) of two recommended diets; the Mediterranean and American, in order to asses’ Mediterranean diet as a sustainable dietary pattern, and to evaluate the water savings of possible dietary shifts in two countries: Spain and the United States (US). The results show that the American diet has a higher total WF in comparison with the Mediterranean one, regardless of where the products are produced. In the US, a shift to a Mediterranean diet would decrease the consumptive WF (Green + Blue WF) by 29% (1252 liters/capita day). Meanwhile, a shift towards an American diet in Spain will increase the consumptive WF also by 29 % (1277 liters/capita day). The largest share of the WF of both diets is always linked to green water, which implies that the largest impact of dietary shifts is also linked to land use. Grey water in the US is 67 % higher than in Spain. Moreover, only five products account for the larger share of the total WF of the two dietary options in both countries, being meat, fats, oil, and dairy products the food items with the largest WFs. The second research study within the Thesis focuses on assessing the water-related implications of food consumption and waste among Spanish households’ consumers to discern possible policy recommendations. Paying attention also, to the water impacts in Spain and other countries, from which food is imported (i.e. Virtual Water and food trade). The results showed that, for the 12-month period starting on October 1st 2014, the Total WF of current consumption in Spain is equivalent to around 3,302 liters/capita day (of which 2,555 are Green, and 400 Blue WF). The products that account for the largest share in the total WF are once again meat, animal fats, and dairy products. Likewise, roughly, 41% of the total WF linked to household diets is foreign, i.e. imported Virtual Water, and the main countries of origin are Tunisia, Portugal, and France. The Total WF of food waste at households’ level is estimated at 131 liters/cap day (of which 97 are Green and 19 Blue WF), equivalent to 4% of the Total WF of current consumption. In addition, regarding nutritional analysis, the nutrients wasted (because of food waste) per capita year were 40,385 kcal, almost 7.5 kg of macronutrients (proteins, fats, and carbohydrates), 483 grams of fiber and almost 160 grams of micronutrients (vitamins and minerals). The third research study within the Thesis aims to assess and compare the nutritional and water implications of current food consumption of Spanish households with the recommended Mediterranean diet. Moreover, to calculate their nutritional composition, compared their water footprints, and developed a new methodological approach to assess the nutritional water productivity (i.e. the nutritional value per unit of water embedded). Results show that current Spanish household diet is shifting away from the recommended Mediterranean towards alternative diet containing three times more meat, dairy and sugar products, and 1/3 fewer fruits, vegetables and cereals. The Mediterranean diet is also less caloric, as it contains lesser amounts of proteins and fats, and richer in fiber and micronutrients. Due to the high water content embedded in animal products, a shift towards a Mediterranean diet would reduce about 753 liters/capita day the consumptive water (of which 34 are Blue WF). In addition, the Mediterranean diet has higher water-nutritional efficiency than Current consumption: more energy, fiber, and macro- and micro-nutrients are available per liter of consumptive water used. In light of these results, a shift back to a locally produced Mediterranean diet (in which fruits, fish and vegetables account for a larger share of the food intake) and lessening food waste, would deliver greater water savings (753 and 116 liters of consumptive water/capita day, respectively) and nutritional benefits. Consequently, the preservation and further adoption of the Mediterranean diet, as well as minimize food waste in a household level, especially among young and urban generations, is an important goal to be achieved for Mediterranean countries, and potentially other ones.