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This text presents the dossier Middle classes: recent historical and ethnographic contributions. The aim of this dossier is to present the renewed path taken by studies on the middle class carried out in the last twenty-five years. A significant part of this research is mainly (but not exclusively) historical and ethnographic and differs from pre-existing studies in its focus on the middle class and the questions it raises. What has characterized this field of studies is less the unified character of its theoretical-analytic perspective and more an agenda based on problems that the usual approaches have not been able to solve or even formulated. Basically, several aspects that had been taken for granted until then were problematized: the “given” character of the middle class; its universalism; the supposed correlation between objective conditions and ways of thinking and acting; and underestimation of internal heterogeneity. Instead, these studies addressed the processes of historical formation of the middle classes, the specificities of national contexts, and the diverse practices of identification and delimitation in everyday life. After the texts by David S. Parker and Mark Liechty in the Fundamentals section, the issue features contributions by Moises Kopper, Leela Fernandes, and Anna Jefferson and Charlotte Perez. The number also includes contributions by Marco Maureira-Velásquez y Diego González-García, Kristina Grünenberg and Anja Simonsen, and Pablo Francescutti in the research articles section, and by Luis Enrique Alonso and Carlos J. Fernández Rodríguez, and Ana Grondona in the Inherited Identity section. The issue also gathers, in the critical papers section, three contributions regarding middle classes (by Lucía Gandolfi Ottavianelli, Markus Shall Enk and María Florencia Blanco Esmoris) and two additionals by Ramón Ramos Torre, and María Martínez.

Esta obra compuesta por dos libros es un esfuerzo colectivo que sitúa la formación de las clases medias en el centro de las historias de América Latina de los dos últi-mos siglos. Esta contribución interdisciplinaria a las historias globales de las clases medias, las historias de América Latina y los estudios interseccionales cuenta con la participación de académicos de diferentes lugares de la región. Además, invita a un público más amplio a interesarse en la importancia de las clases medias para entender la modernidad, la democracia, el neoliberalismo y la decolonialidad. Al incluir investigaciones producidas por y en varios países del continente, incorpora tendencias de la historia social, los estudios culturales y la teoría del discurso. Así mismo, sitúa categorías analíticas como raza y género en el centro de la formación de clases. La obra aspira a iniciar una conversación crítica y global sobre las formas en que el estudio de las clases medias proporciona relecturas cruciales sobre cómo ha sido entendida históricamente América Latina como región.

As social anthropologists, we feel more comfortable when we base our analyses on ethnographic fieldwork Obviously, this is impossible in the current circumstances, due to mandatory isolation Accepting these limitations, we want to outline a short reflection on the responses and experiences that the coronavirus pandemic has provoked in Argentina

¿Cuáles son las agendas y debates que atañen al campo de la comunicación? Con esta pregunta orientadora arrancó una propuesta editorial que se convierte en colección. La pregunta es engañosa en tanto se podría pensar que esas agendas y debates están imbricadas con las temáticas que en la actualidad interesan y preocupan a las facultades de comunicación social que apoyan y financian las investigaciones en el campo. No obstante, se formuló pensando más en las posibles agendas y debates que deben interesar a un país que, parafraseando a Benedict Anderson, se quiere proyectar como una comunidad cohesionada en torno a la reconciliación y la paz, para responder al anhelo de una salida negociada a la confrontación política, social y armada.

As with most expert knowledge, psychoanalysis is thought of by followers as a theory and clinical practice with universal reach, immune to the effects that the specific characteristics of national, regional or urban environments can cause. The differences, it is maintained, arise from the different interpretations of Freudian theory produced by the psychoanalytical community, or from the personal characteristics of analysts and patients that can generate different styles of treatment or transmission. Against these wishes, studies on the transnational diffusion of consumer goods, lifestyles, cultural products, knowledge, images and beliefs have shown the crucial importance that local conditions of reception. In other words, the diffused and received objects do not remain unaltered; instead they are necessarily accepted and provided with a sense according to the local predominant types of cultural interpretation.1 The types of knowledge defined as “expert” — like psychoanalysis — do not escape the same rule even though their legitimate cognitive aims are universal. They are, above all, social practices rooted in cultural traditions and networks of ineanings,2 placed, interpreted and appropriated in singular contexts.

Mediante un acercamiento autoetnográfico se aborda la construcción de la diferencia simbólica como previa a la desigualdad social. Para ello se exploran las narrativas de un grupo de individuos de la Ciudad de México (casi exclusivamente varones), de la clase managerial en torno a su trayectoria corporativa a inicios del siglo XXI hacia posiciones de gestión medias y altas en empresas que ellos mismos describen como “elitistas”, es decir espacios altamente competitivos y selectivos. El abordar medios a los que se accede mediante filtros altamente restrictivos y que además se van agudizando conforme se avanza al reducirse a cada paso las posiciones disponibles y al volverse éstas más atractivas, confronta la suposición de homogeneidad de quienes las detentan al situarlos dentro de una sociedad profundamente desigual y estratificada. De este modo, la forma de ocuparlas es justamente apostar a veces exitosa, a veces fallidamente, por producir diferencias que sean leídas como valiosas y legítimas entre ellos y sus pares. Esto a través de la doble hélice del performance: del desempeño y de la representación. Tales puestos vienen acompañados de condiciones ventajosas que los diferencian ampliamente de la enorme mayoría del resto de la población, así como de prestigio y poder relativos dentro de su esfera de referencia. Al mismo tiempo, las profundas desigualdades, e inestabilidad dentro de ésta última son investidas por quienes detentan estos cargos con el sentido de estar en un posicionamiento en un “justo medio” en varios ámbitos como, por ejemplo, el de Clase, el moral, el étnico racial, etc. Esto les permite gestionar la percepción tanto de ellos como de sus competidores centrando o desviando la atención con respecto a ventajas y desventajas sociales situacional y contextualmente cuando esto es conveniente, y posible.