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Les temps et modes verbaux présentent un très riche terrain d'analyse dans le vaste champ du Cancionero folklórico de México. Sur l'axe temporel qui va du passé au futur en passant par le présent, le poète parcourt tous les chemins de l'amour : il évoque un passé lumineux ou gris, il aime au présent dans la passion ou la douleur, et il ébauche les amours heureuses ou contrariées du futur. Tous ces temps se chargent de nuances grâce au pouvoir émotif et expressif des modes verbaux. Temps et modes s'harmonisent donc pour faire que vive l'amour dans le folklore mexicain., Los tiempos y los modos verbales ofrecen una riquísima parcela de análisis en el vasto campo del Cancionero folklórico de México. Sobre el eje temporal que se proyecta del pasado al presente y al futuro, el poeta recorre todos los caminos del amor : evoca el ayer luminoso o gris, ama con pasión o desdicha, en el presente, y preludia el amor feliz o contrariado del futuro. Matizados todos estos tiempos, merced al poder emotivo y expresivo de los modos verbales. Tiempos y modos se conjugan, pues, en un toao armónico para hacer vivir al amor en el folklore mexicano., Barriga Villanueva Rebeca. El amor en los tiempos del cancionero. In: Caravelle, n°65, 1995. Les cultures populaires en Amérique latine. pp. 39-62.

El tema amoroso es el gran pivote del Cancionero Folklorico de Mexico . Las coplas de Amor feliz y las del Amor desdichado llenan una a una las paginas del Cancionero , en donde el cantante va de la pasion al desencanto, de la alegria a la desolacion. Cada uno de los elementos linguisticos analizados en estas coplas es portador de la subjetividad y de ellas emanan toda la emotividad, la expresividad y la afectividad del lenguaje como han senalado Baily y Vossler. Una misma interjeccion, una misma palabra repetida, un mismo diminutivo usados en distintos contextos imprimen en la copla los rasgos distintivos que le dan su pertenencia a lo feliz o a lo desdichado.

Presento los avances de un trabajo etnográfico que realizo en una escuela de la Ciudad de México donde asiste una considerable población de niños indomexicanos. Ni los escolares ni los maestros viven conscientes de la diversidad circundante ni hay una atención explícita a los niños hablantes de lenguas indígenas, como postula el programa que los acoge. A partir de la cotidianeidad en el salón de clases y en la escuela, busqué dar respuesta a tres preguntas básicas: ¿Es realmente intercultural esta escuela? ¿Cuáles son las actitudes de sus actores hacia la multiculturalidad presente? ¿Cuáles son los problemas educativos centrados en la lengua más salientes? Los resultados me llevan a validar la tesis que subyace a la investigación: la interculturalidad en esta escuela es aún una utopía y las consecuencias sociales y educativas son graves.