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Western Sahara is one of the last territories to be decolonized according to the United Nations Organization, since it has been occupied by Morocco for over forty years and under agreements in which Spain illegally transfers the administration of the territory. According to article seventy three of the Charter, the decolonization process will solely culminate when the self-determination of the subjugated people is successfully exercised; however, Morocco has been preventing the holding of the referendum since the signing of the Peace Plan, while systematically violating the human rights of the Saharawi population. The UN has spoken out in defense of international legality, while Spain and the international community decide to turn a blind eye and draw ties with the Moroccan government. Studying the origin and development of the conflict throughout history to analyze what is the true role of international organizations and what is the current situation, in order to propose possible solutions to it, is the main objective of this work. El Sáhara Occidental es uno de los últimos territorios que queda por descolonizar según la Organización de las Naciones Unidas, pues lleva siendo ocupado por Marruecos desde hace más de cuarenta años y en amparo de unos acuerdos en los que España traspasa ilícitamente la administración del territorio. A tenor del artículo 73 de la Carta el proceso de descolonización solo culminará cuando se ejerza efectivamente la autodeterminación del pueblo sometido; no obstante, Marruecos lleva impidiendo la celebración del referéndum desde la firma del Plan de Paz, mientras viola sistemáticamente los derechos humanos de la población saharaui. La ONU se ha pronunciado en defensa de la legalidad internacional, mientras que España y la comunidad internacional miran para otro lado y trazan lazos con el gobierno marroquí. Estudiar el origen y desarrollo del conflicto a lo largo de la historia para analizar cuál es el verdadero papel que ostentan las organizaciones internacionales y cuál es la situación actual, de cara a plantear posibles soluciones al mismo, es el principal objeto de este trabajo.

Dentro de las patologías dermatológicas más importantes en la especie canina destaca la dermatitis atópica. La dermatitis atópica canina (DAC) es una enfermedad alérgica, inflamatoria y con una fuerte predisposición genética en algunas razas de perro, cuyo síntoma principal es el prurito. El diagnóstico de la DAC es principalmente clínico y se basa en la presencia de una serie de aspectos clínicos característicos (Criterios de Favrot) junto con la exclusión de otras enfermedades pruriginosas. Existen unas recomendaciones internacionales para el tratamiento de los perros con dermatitis atópica. El enfoque terapéutico tradicional es distinto para los casos agudos y crónicos, pero en ambos se basa en identificar y evitar en la medida de lo posible los factores desencadenantes, mantener la integridad de la barrera cutánea y administrar sustancias antipruriginosas que ayuden a controlar los signos clínicos, como los glucocorticoides, la ciclosporina y el oclacitinib. Este tratamiento combinado suele ser necesario de por vida, lo que incrementa el riesgo de aparición de efectos secundarios, graves en algunas ocasiones, y que reducen la calidad de vida de los pacientes. Es por esto que en los últimos años, numerosas investigaciones se han centrado en la búsqueda de fármacos eficaces y más seguros para el control de los signos clínicos de la DAC. Recientemente, la terapia con anticuerpos monoclonales se está empleando dentro del manejo terapéutico en perros atópicos con un alto margen de seguridad. Concretamente, un anticuerpo monoclonal (lokivetmab) ha sido comercializado con este fin. Su mecanismo de acción se basa en bloquear la IL-31, una interleuquina que ha demostrado tener un papel esencial en el desarrollo del prurito en la DAC.