Este estudio se diseña con el propósito de averiguar el estado en el que llega un grupo de mujeres víctimas de maltrato machista a una Casa de Acogida de la ciudad de Alicante, las barreras que deben sortear para abandonar la relación abusiva y la influencia del apoyo recibido durante su estancia en la misma. Los objetivos específicos de la investigación fueron: (1) Conocer al colectivo de mujeres maltratadas residentes en la Casa, su estado emocional y sus expectativas; (2) explorar su auto-concepto en las dimensiones académico-profesional, social, emocional y familiar y diseñar un plan de intervención para mejorarlo; (3) averiguar qué barreras encontraron en el momento de abandonar la relación abusiva y dar a conocer sus historias a través de sus narrativas personales; y (4) descubrir las fases emocionales por las que atraviesan las víctimas de maltrato a partir del estudio de un caso único para el que se adapta, implementa y evalúa un plan de intervención mediado por la danza. Las participantes fueron un total de 34 mujeres, 15 víctimas de maltrato machista, de origen inmigrante, de edades comprendidas entre 18 y 42 años (M = 31 años, DT = 8.44) y 19 mujeres españolas sin historia de maltrato, con edades entre 18 y 54 años (M = 28.63, DT = 10.84). El estudio utiliza un enfoque de investigación mixto de predominio cualitativo que emplea diseños de grupo y de caso único (múltiple e individual) de naturaleza interactiva en el que se utilizan diversas técnicas y fuentes de datos para medir las variables: Test de Auto-concepto, AF5 (García y Musitu, 1999) académico-laboral, social, emocional, familiar y física; Escala de Bienestar Psicológico, EBP (Sánchez-Cánovas, 1998); observación y entrevistas en profundidad (guiones de observación y entrevistas), diarios de campo y uso de cámara de vídeo. Como parte del estudio, se diseña, implementa y evalúa un plan de intervención (grupal e individual) basado en la danza contemporánea y se examina su efecto sobre el bienestar psicológico por su potencial para liberar y reducir la tensión emocional de las mujeres víctimas de maltrato. Los resultados obtenidos muestran que a su llegada a la Casa de Acogida las mujeres se estresan por el sufrimiento padecido, la incertidumbre y las expectativas erróneas sobre lo que van a encontrar en ella. No obstante, pasado el periodo de adaptación suelen reencontrarse consigo mismas; se van recuperando y van gestionando sus vidas. Con las estrategias aprendidas, consiguen un acercamiento entre madres e hijos/as y salen fortalecidas realizando una valoración positiva del apoyo profesional recibido. Asimismo, se detecta que necesitan recuperar el equilibrio emocional, específicamente, el fortalecimiento de su auto-concepto profesional, socio-emocional, familiar y físico. El análisis descriptivo y comparado por factores del auto-concepto reveló que las mujeres víctimas de violencia de género tenían un concepto de sí mismas significativamente más bajo que el de las mujeres que no habían sufrido maltrato en todas sus manifestaciones: profesional (p < .01), social (p > .05), emocional (p < .05), familiar (p < .01) y física (p < .01). La edad, sin embargo, no influía en el auto-concepto, ni ésta en interacción con el maltrato, ya que tanto en las mujeres mayores de 30 años como en las menores de esta edad, el auto-concepto, considerado conjuntamente en todas sus dimensiones, era más bajo en las participantes que habían sufrido maltrato que en las que no lo habían sufrido. Los resultados en bienestar psicológico subjetivo revelaron que al comienzo del estudio las participantes no gozaban del bienestar necesario para afrontar sus problemas; habían perdido la ilusión y sufrían insomnio. Padecían un permanente malestar y desilusión al percibir que las cosas no les iban bien. Tampoco se sentían bien consigo mismas ni útiles y necesarias para los demás. Sentían frustración al no haber logrado lo que querían como personas/madres/trabajadoras. Los hallazgos en bienestar general fueron aún más desalentadores, ya que se comprobó que no tenían sus necesidades básicas cubiertas y todas sobrevivían con incomodidades. Eran conscientes de que su situación no prosperaría y de que corrían grandes riesgos, lo que les hacía vivir con intranquilidad su presente y futuro. Tras la implementación del programa de danza contemporánea, se observaron diversos cambios a nivel cognitivo (gestión emocional), afectivo (fortalecimiento del auto-concepto y disminución de la ansiedad) y comportamental (ganancias en asertividad y afrontamiento de problemas) que contribuyeron a mejorar su estado de bienestar general, por lo que el programa de intervención diseñado se presenta como un recurso útil de ayuda a mujeres maltratadas al facilitar el auto-conocimiento del cuerpo-mente como una unidad y mejorar su seguridad e identidad personal desde el propio cuerpo. La aportación de la danza a la educación y fortalecimiento psicológico de las mujeres con historia de maltrato resultó ser crucial para su reinserción a la actividad del día a día. El programa aporta evidencia en soporte del uso de la danza para la intervención con casos similares, independientemente de la edad o de la nacionalidad por sus múltiples beneficios al desarrollo emocional y psicológico de las mujeres víctimas de violencia machista. En su conjunto, el estudio contribuye a la mejora de la salud física y mental desde el ámbito de la danza, pues se observaron claros indicios de mejora tras la intervención que repercutieron favorablemente en el ámbito familiar y social de las víctimas.