Introducción: El consumo intensivo de alcohol (CIA), caracterizado por la ingesta intermitente de grandes cantidades en breves intervalos de tiempo, presenta una importante prevalencia entre estudiantes universitarios (con patrones cada vez más próximos entre ambos sexos) y ejerce considerable impacto en la salud pública. Sus efectos neurotóxicos son diferenciados en la adolescencia, dada la importante maduración neural propia de este periodo. En los últimos años ha habido un importante avance en la identificación de las características neurocognitivas relacionadas con el patrón CIA en la adolescencia. Sin embargo, el control ausente o limitado de algunas variables confusoras supone una clara limitación. Hasta el momento, no hay constancia de ningún trabajo de seguimiento que abarque de modo exhaustivo el estudio del funcionamiento cognitivo entre jóvenes con CIA. Por otro lado, no se ha valorado la significación clínica de las diferencias de rendimiento constatadas, ni su nivel de gravedad. Por último, no existe todavía consenso acerca de si existen diferencias sexuales en el efecto del CIA. Objetivos: (a) Determinar el efecto de la trayectoria del patrón CIA sobre el rendimiento neuropsicológico dependiente del funcionamiento témporo-medial y prefrontal; (b) Determinar si el efecto de la trayectoria del patrón CIA sobre el rendimiento neuropsicológico es modulado por el sexo; (c) Determinar si la trayectoria del patrón CIA, y en su caso su interacción con el sexo, afectan al patrón de desarrollo neuropsicológico en el período evaluado; (d) Determinar la prevalencia de disfunción neuropsicológica, así como su gravedad y factores asociados en función de la trayectoria del patrón de consumo, para cada sexo. Método: En el marco de un estudio prospectivo longitudinal con población adolescente universitaria, se realizó una evaluación neuropsicológica, durante el primer (Fase 1) y tercer (Fase 2) año de estudio en la Universidade de Santiago de Compostela de 81 voluntarios: 34 (15 mujeres) No CIA (6 o más bebidas/ocasión menos de 1 vez/mes y menos de 3 bebidas/hora en ambas fases), 26 (14 mujeres) Ex CIA (6 o más bebidas/ocasión al menos 1 vez/mes y 3 o más bebidas/hora en la Fase 1 pero no en la Fase 2) y 21 (11 mujeres) CIA (6 o más bebidas/ocasión al menos 1 vez/mes y 3 o más bebidas/hora en ambas fases). La batería neuropsicológica constó de pruebas destinadas al examen de la atención y la velocidad de procesamiento (Test D2, Clave de números y Búsqueda de símbolos de la WAIS-III), memoria (Textos I y II, Escenas I y II, Dígitos y Localización espacial de la WMS-III y Aprendizaje Auditivo-verbal de Rey) y funciones ejecutivas y toma de decisiones (Fluencia fonéticaBúsqueda de Llaves y Mapa del Zoo de la BADS, WCST-3 y Iowa Gambling Task). Resultados: Con relación a la atención y velocidad de procesamiento, no se observaron diferencias significativas entre los grupos. Respecto al examen de la memoria, la Trayectoria del patrón de consumo (TP) mostró un efecto significativo sobre el rendimiento en los test de AAVR y Textos. En el AAVR, tanto los Ex CIA como los CIA presentaron más interferencia retroactiva que los No CIA. En Textos I, los CIA, pero no los Ex CIA, presentaron rendimiento inferior a los No CIA, en el recuerdo inmediato tanto de las unidades temáticas como de los temas. Los CIA presentaron desempeño significativamente inferior al de los Ex CIA en el recuerdo inmediato de los temas. En Textos II, los CIA y los Ex CIA recordaron menos unidades temáticas que los No CIA. En el recuerdo demorado de temas, los CIA presentaron desempeño inferior tanto a los No CIA como a los Ex CIA. Los Ex CIA no se diferenciaron de los No CIA. Por último, en cuanto a las funciones ejecutivas y la toma de decisiones, se observó un efecto significativo de la Trayectoria del patrón de consumo sobre el rendimiento en el SOPT. Los Ex CIA y los CIA presentaron más perseveraciones que los No CIA, sin diferencias en función del sexo. También se observaron interacciones signifivativas de la TP y la Fase, y de la TP, el Sexo y la Fase. Tanto los varones Ex CIA como los varones CIA presentaron más perseveraciones que los varones No CIA en la Fase 1, pero no en la Fase 2. En el Mapa del Zoo (BADS), se observó interacción significativa de la TP y la Fase. En la Fase 1, el tiempo total era mayor entre los CIA que entre los No CIA. En la Fase 2 ya no se observaron diferencias entre los grupos. Respecto al objetivo planteado, no se observaron diferencias en la prevalencia ni en la gravedad de disfunción global, mnemónica o ejecutiva. La prevalencia, pero no la gravedad, de disfunción atencional fue significativamente mayor entre las mujeres CIA, comparadas con las No CIA. Conclusiones: (a) La persistencia en el patrón CIA se asocia con el mantenimiento de dificultades de consolidación de la información en tareas de memoria declarativa episódica verbal en ambos sexos. Estas dificultades no alcanzan el grado de disfunción clínica, y son compatibles con diferencias en el funcionamiento témporo-medial. (b) El patrón de rendimiento en tareas de memoria declarativa episódica verbal de los sujetos que abandonan el consumo intensivo de alcohol indica una posible reversibilidad de las dificultades asociadas al patrón. (c) La trayectoria del patrón de consumo de alcohol no se asocia con dificultades en el rendimiento en la memoria de trabajo verbal o visuoespacial. (d) El patrón de consumo intensivo de alcohol, independientemente de su constancia, se asocia a mayor susceptibilidad a la interferencia retroactiva. (e) Las dificultades en la supervisión de la respuesta y en la rapidez de ejecución de un plan de acción asociadas al patrón CIA podrían responder a un retraso en el desarrollo de las funciones ejecutivas asociadas al funcionamiento prefrontal, ya que desaparecen independientemente del mantenimiento o no del patrón de consumo. (f) Las mujeres, pero no los varones, que persisten en un patrón de consumo intensivo de alcohol presentan mayor riesgo de mostrar disfunción clínica en el procesamiento atencional