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Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta hoy día la población juvenil es a la desmotivación por los resultados académicos, lo que se ve estrechamente reflejado en conductas de estrés, ansiedad y depresión. Así, entre los trastornos más destacados en la población adolescente, se encuentra el Trastorno de Ansiedad Generalizada. Asistir a la escuela favorece el desarrollo integral de los estudiantes (académico, personal y social), no obstante, el índice de rechazo escolar continúa siendo alarmante. Debido a la complejidad del comportamiento, no se ha logrado llegar a un acuerdo común que justifique la conducta, pues las razones son heterogéneas (miedo, ansiedad o trastorno desafiante). La evitación escolar basada en las emociones es una importante causa de absentismo escolar, además de persistente. Teniendo en cuenta por tanto la estrecha relación entre las emociones de tipo internalizante (ansiedad, depresión, estrés) y el rechazo escolar, el objetivo del presente estudio consistió en conocer la relación entre la ansiedad escolar y el rechazo escolar en función de las altas y bajas puntuaciones en rechazo escolar. La muestra estuvo compuesta por un total de 1920 estudiantes de bachillerato. La School Refusal Behavior Assessment Scale-Revised for children (I. Evitación de afectividad negativa; II. Escape de situaciones sociales; III. Búsqueda de atención; IV. Búsqueda del refuerzo tangible) y el Inventario de Ansiedad Escolar (IAES) fueron utilizados. Los resultados reflejaron que, los estudiantes con altas puntuaciones en rechazo escolar, obtuvieron puntuaciones superiores en las diferentes dimensiones de ansiedad evaluadas en comparación con el grupo con bajas puntuaciones en rechazo escolar. Se discute el papel de la ansiedad como factor de riesgo del comportamiento de rechazo escolar.

School refusal has important repercussions on the lives of children and adolescents, seriously affecting their personal, academic, and social adjustment. Negative attitudes towards school can be caused simultaneously for several reasons and, due to the existing heterogeneity, Kearney, and Silverman (1990) grouped them into four functional conditions: I. Avoidance of school stimuli that generate negative affectivity; II. Avoidance of school situations that generate social aversion or fear of evaluation; II. Capturing the attention of significant others; and IV. Get tangible reinforcements outside of school. Given its tendency to coexist with internalizing disorders, it is essential to understand its correlation with school anxiety, which is one of the significant problems in the child and adolescent population. In this way, the present study aims to identify the probability of predictive capacity of school anxiety on high school refusal. There were 1786 participants (51% men) aged 15 to 18 years (MAge = 16.31; SD = 1.00). The instruments administered were the Spanish version of the School Refusal Assessment Scale-Revised (SRAS-R-C; Gonzálvez et al., 2016) and the School Anxiety Inventory (IAES; García-Fernández et al., 2011). The results reveal that depending on the dimension of school anxiety evaluated, it acts as a negative or positive predictor of school refusal, also depending on the type of school refusal assessed. These findings highlight the connection between the avoidance of negative affectivity associated with school and the experience of anxiety in various school settings, emphasizing the need to address both school refusal and anxiety in the educational setting.