JUSTIFICACIÓN: El aumento de la esperanza de vida que se ha producido en las últimas décadas ha modificado la pirámide poblacional de forma espectacular. La media de edad en 1900 en España se situaba en 34.2 años, en la actualidad se sitúa en 82.8 años. Se estima que para el año 2050, las personas de más de 65 años representen el 27.2 % de la población española y se prevé que el número de los que tienen más de 80 años se quintuplique. El progresivo envejecimiento de la población provoca un aumento del riesgo a padecer enfermedades, provocando alteraciones importantes a nivel funcional y pérdida de capacidades. Entre las alteraciones y enfermedades presentes en las personas mayores, destacan los trastornos cognitivos conocidos según el DSM-5 (Manual de Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) como Trastorno Neurocognitivo Mayor cuando hablamos de demencia, o bien Trastorno Neurocognitivo Menor cuando se trata de deterioro cognitivo leve. El Trastorno Neurocognitivo Mayor provoca limitación funcional, restar capacidad de realizar las actividades cotidianas, mientras que el Trastorno Neurocognitivo Menor no altera la capacidad funcional para la realización de dichas actividades. En ambos casos, hay un deterioro cognitivo (DC) definido como el conjunto de disminuciones de diferentes aptitudes intelectuales que pueden asociarse con alteraciones sensoriales, motrices y de la personalidad, atribuibles a distintas causas etiopatogénicas que incluyen, además de las de naturaleza orgánica, otra de tipo social y comportamental. Las consecuencias del envejecimiento vinculadas a los trastornos cognitivos, originan a una merma importante o incluso una pérdida total de algunas capacidades que conducen a la dependencia. La discapacidad en las personas mayores supone una reducción de la autonomía y origina un cambio de hábitos y formas de vida ligado a la imposibilidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria. Por este motivo, el DC constituye un importante problema de salud por su magnitud y gravedad, además de por su impacto en la calidad de vida de las personas afectadas, de sus familiares y cuidadores. Aunque la edad es el factor más determinante en la aparición del deterioro cognitivo, otros factores de corte sociodemográfico, clínico y conductual pueden acelerar dicho deterioro. OBJETIVO Identificar los factores relacionados con el DC y la dependencia para las actividades básicas de la vida diaria, en mayores de 64 años. DISEÑO Estudio transversal para describir y observar la asociación de aspectos relacionados con DC y la dependencia, en 200 personas mayores de 64 años, de las cuales 100 institucionalizadas y 100 no institucionalizadas. RESULTADOS La media de edad de los institucionalizados fue superior a los que vivían en sus domicilios, predominando en ambos grupos el sexo femenino. El 93 % de las personas institucionalizadas vivían solas sin cónyuge. El estado civil predominante en ambos grupos fue la viudedad. La prevalencia de DC en el grupo institucionalizado fue del 47 %, superior a la prevalencia del grupo no institucionalizado que fue del 8 % (p< 0,001). De las personas institucionalizadas con DC el 70.3 % presentaron dependencia funcional en las actividades básicas de la vida diaria, superior al grupo no institucionalizado, en los cuales de los que padecían DC solo el 14.6 % presentaron dependencia funcional. El grupo institucionalizado presentó un mayor número de casos de ansiedad y depresión, hallándose asociación significativa con el DC. La Dependencia y las actividades didácticas fueron las únicas variables que en ambos grupos que se asociaron con el DC. La Institucionalización (OR= 5.368), la edad (OR= 1.066) y la dependencia (OR= 5.036), se asociaron de forma negativa con el DC. Las actividades didácticas (OR= 0.227) se asoció de forma positiva. CONCLUSIONES La población institucionalizada presenta una mayor prevalencia de DC con respecto a la población general. Un número importante de personas institucionalizadas que padecen DC presentan dependencia funcional. Existen aspectos clínicos que se relacionan con el DC, así como aspectos conductuales que pueden predecir el DC. La comparación de resultados con otros estudios en centros residenciales, requiere precaución, dada la heterogeneidad entre los distintos centros, por los criterios de admisión y los niveles asistenciales. La realización de actividades didácticas puede favorecer el estado cognitivo en los mayores mediante el entrenamiento. Es importante incluir programas de estimulación cognitiva dirigidos a la población mayor, especialmente en las instituciones residenciales., JUSTIFICATION It is a proven fact that as a consequence of the increase in life expectancy in recent decades, we can observe a dramatic change in the population pyramid. The average age In Spain in 1900 stood at 34.2 years, currently it stands at 82.8 years. It is estimated that by 2050, people over 50 will be fivefold. The progressive aging of the population leads to increased risk of disease, causing major disruptions to functional level and loss of skills. In the process of aging, life expectancy plays a very important role, causing an exponential increase in disease risk, all that, as a result of a longer exposure of the body to the effects of time, during which, there is a bigger risk of decreased reserves of the physiological systems, causing major disruptions at functional level and loss of skills. Among the disorders and diseases in the elderly, it should be noted those cognitive disorders known, according to DSM-5 (Manual of Diagnostic and Statistical Mental Disorders), as major neurocognitive disorder when it causes dementia or minor neurocognitive disorder when it brings a mild impairment. Major Neurocognitive disorder causes functional limitation, and reduces ability to perform daily activities, while minor neurocognitive disorder does not alter the functional ability to perform such activities. In both cases, there is a cognitive disorder (CD), defined as the set of reductions of different intellectual abilities that can be associated with several sensory, motor and personality disorders, due to a series o pathogenic causes, which include apart from those of organic nature, others of social and behavioral type. The consequences of aging related to cognitive impairment, produce a significant reduction or even a total loss of some capabilities, which leads to dependence. Disability in the elderly means a reduction in their autonomy and causes a change in habits and lifestyles joined to the inability to carry out the activities of daily living. For this reason, CI supposes an important health problem because of its magnitude and severity, and also due to the consequences in the quality of life in those people affected by this disease, their families and caregivers. The condition of dependence, in many cases, can be caused mainly by DC. Although the age is the most important factor in the development of cognitive disorders, there are other aspects of sociodemographic, clinical and behavioral nature which can accelerate the mentioned disorder. Numerous studies show that old age itself is not a risk factor for mental illness; however, age is positioned as the most decisive factor in the onset of cognitive decline. But there are other factors of sociodemographic, clinical and behavioral type that can be associated with cognitive decline and be responsible for the increased risk of developing CD in the population and therefore cause limitations in the functional capacity of the elderly. Many researchers from various fields, alerted by the devastating numbers of cognitively affected, direct their studies to those characteristics that can be associated to DC, so that we can intervene in them in order to alleviate the negative effects caused by this CD. OBJECTIVE Identify the factors related to the CI and dependence for basic activities of daily life, in people over 64 years. DESIGN Cross study in order to describe and observe the association of aspects related with CI and dependence, in 200 people over 64 years, of which 100 institutionalized and 100 noninstitutionalized. RESULTS The average age in the institutionalized group was higher than those living in their homes, predominating in both cases females. 93% of institutionalized people lived alone with no spouse. The predominant civil status in both groups was the widowhood. The prevalence of CI in the institutionalized group was 47%, higher than the prevalence of non-institutionalized group that was 8% (p