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La comprensión de la esquizofrenia y la efectividad de su tratamiento farmacológico no han experimentado grandes avances en los últimos años, más bien en las últimas décadas. La respuesta al tratamiento es, en muchos casos, incompleta y la presencia de síntomas persistentes y sus consecuencias para la vida laboral, familiar y social de los pacientes pueden ser devastadoras. La clozapina sigue siendo el tratamiento de elección para los pacientes que no responden de manera suficiente a los antipsicóticos habituales, pero tiene limitaciones: no todos los pacientes la toleran, aceptan o incluso responden a ella. Otras estrategias de tratamiento, incluyendo las dosis elevadas de antipsicóticos o la potenciación con otros fármacos, siguen teniendo una evidencia limitada. La recuperación es un proceso complejo, no dependiente únicamente del tratamiento profesional, farmacológico o no. Los aspectos de soporte social y la generación de entornos favorables para la recuperación son esenciales para obtener evoluciones favorables y, lo más importante, vidas satisfactorias para nuestros pacientes, a pesar de su enfermedad.

La Ley 39/2006, conocida como Ley de Dependencia, ha generado, desde su aprobación, desconfianza por estar orientada a la atención de la dependencia, siendo la promoción de la autonomía personal un elemento apenas desarrollado y secundario. En el caso de las personas con trastorno mental grave, lo que mayor preocupación ha causado a las organizaciones de profesionales de la salud mental y a las asociaciones de familiares ha sido la compatibilidad de dicha Ley con las prestaciones del Sistema Nacional de Salud y si el baremo establecido se ajustaba a las necesidades de este colectivo.Este artículo recoge el trabajo realizado desde diferentes comunidades autónomas por diferentes profesionales en un intento de, tras un análisis de la Ley, plantear a la administración responsable de la misma el necesario ajuste para adaptarla a las características de las personas con trastorno mental grave. Se analizan, en primer lugar, sus fortalezas y debilidades. Posteriormente se exponen tres formas diferentes de contrarrestar sus riesgos, en tres comunidades autónomas diferentes. Finalmente se dan las claves de los aspectos de la Ley sobre los que hay que seguir trabajando para que sea una oportunidad para las personas con trastorno mental grave, y no una barrera

Se exponen los resultados de la evaluación del modelo de recuperación en población con trastorno Mental Grave atendida en los servicios asistenciales de la Red de Salud Mental de Bizkaia. El estudio se ha llevado a cabo entre los años 2013 y 2017, y recibió financiación en convocatoria de ayudas a proyectos de investigación del Dpto de Salud del Gobierno Vasco. Se tradujo al español la herramienta REE (Recovery Enhancent Environments, Ridgway 2004 ), destinado a la evaluación del proceso de recuperación y de la orientación a la recuperación de los servicios asistenciales. Se seleccionaron y formaron como entrevistadores y en el modelo de recuperación a cuatro personas con Trastorno Mental Grave y usuarios de los servicios de salud mental de Bizkaia. Se realizaron más 300 entrevistas REE, y se recogieron datos sociodemográficos, asistenciales y clínicos, incluyendo evaluaciones de gravedad clínica (HoNOS, CGI), de funcionamiento (GAF) y autoestigma. Los datos recogidos han permitido: Validar la versión en español de la escala REE. Obtener información acerca del proceso de recuperación de las personas atendidas en nuestros servicios, su correlación con variables clínica y sociodemográficas y especialmente de la orientación de nuestros servicios hacia el modelo de recuperación.