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La investigación se efectuó durante el secano 2017, con el objetivo de evaluar la eficiencia de los sistemas de cultivo: maíz-frijol, maíz-calabaza, maíz-frijol-calabaza, maíz, frijol y calabaza manejados bajo el enfoque orgánico. Se utilizó el diseño completamente al azar, con tres repeticiones. El mayor rendimiento de grano se obtuvo con el sistema maíz monocultivo con 2688.88 kg ha-1, mientras, el menor rendimiento se tuvo con el sistema de cultivo maíz-frijol-calabaza con 1668.08 kg ha-1. Para frijol, el mayor rendimiento se obtuvo con en el monocultivo con 382.21 kg ha-1y el menor rendimiento se cuantificó para el sistema maíz-frijol con 202.12 kg ha-1. El mejor rendimiento total de fruto de calabaza fue para el sistema maíz-calabaza con 3715.27 kg ha-1. En cuanto al uso de la tierra, las mayores eficiencias (UET), se tuvieron con los policultivos, al sembrar el sistema maíz-calabaza se obtuvo un UET de 2.94; el sistema maíz-frijol-calabaza arrojó un índice de 1.92, y finalmente el sistema de maíz-frijol arrojó un indicador de 1.46. Se concluyó que, en los agroecosistemas tropicales, los policultivos son más eficientes en el uso de la tierra con relación a los monocultivos de las especies básicas cuando se manejan bajo el enfoque de la agricultura orgánica, lo cual señala que las interrelaciones ecológicas que suceden en los cultivos múltiples benefician al sistema integral, contribuyendo con la producción sostenible e inocua de maíz, frijol y calabaza.

El chile habanero constituye una de las hortalizas más importantes en la cultura culinaria de México debido a sus características aromáticas singulares. Su cultivo se concentra en el sur y sureste de México, usándose típicamente los principios de la agricultura convencional. Bajo este modelo se utilizan grandes cantidades de fertilizantes y plaguicidas, lo que afecta la producción con inocuidad. Con el objetivo de evaluar dos proporciones de composta como sustrato (100 y 50 %), además de un testigo, con y sin la aplicación de microorganismos eficientes (EM), bajo un diseño completamente al azar, se realizó un ensayo en Villaflores, Chiapas, México (N 16º 32’ y W 93º 45’). Los seis tratamientos tuvieron cinco repeticiones, cada una con cinco plantas. Las plántulas se trasplantaron a los 21 días después de la siembra (DDS) en bolsas de polietileno con las proporciones señaladas. El manejo orgánico se fundamentó en la aplicación del biofertilizante cada ocho días, hasta los 64 DDS. Los parámetros evaluados fueron altura de planta, diámetro de tallo, número y peso de frutos, así como diámetro polar y ecuatorial. Se realizó análisis de varianza, pruebas de medias (Tukey p ≤ 0,05) y correlaciones simples (Pearson). Se determinó superioridad estadística de los parámetros evaluados en los tratamientos de uso de la enmienda orgánica en sus dos proporciones, mejorándose las variables fenológicas y de rendimiento con la aplicación de los EM, en simetrías del 5 al 20 %. Las correlaciones señalaron correspondencia de las variables fenológicas y de los componentes de rendimiento del chile habanero.

The aim of the current study was to assess the performance of Canavalia ensiformis and Mucuna deeringiana (Leguminosae) as a green manure in the agricultural soil of the Frailesca region of Chiapas, México, in terms of aboveground biomass accumulation, plant height, number of leaves, canopy coverage, and the accumulation of nitrogen (N), phosphorus (P), and potassium (K). Each species was sowed at two population densities under a randomized complete block design with three replications. Every 30 days after sowing (DAS), the following variables were quantified: plant length, number of leaves, canopy coverage, biomass yield, and N, P, and K content. A variance analysis and mean comparison test (Tukey 0.05) were performed for each variable. The biomass yield in M. deeringiana fluctuated from 9150 to 33,160 kg ha-1 on a fresh basis and from 4490 to 15,890 kg ha-1 on a dry basis, whereas the yield in C. ensiformis varied from 9343 to 26,390 kg ha-1 and from 4513 to 13,150 kg ha-1, respectively. The longest recorded plant length was 513.00 cm in M. deeringiana and 155 cm in C. ensiformis, with a total of 353 and 322 leaves, respectively. The accumulation of N, P, and K was 463.99 kg ha-1, 84.22 kg ha-1, and 49.26 kg ha-1 in M. deeringiana and 341.90 kg ha-1, 43.40 kg ha-1, and 36.82 kg ha-1 in C. ensiformis, respectively. Both C. ensiformis and M. deeringiana have potential as green manure for the Frailesca region of Chiapas in terms of biomass production and N accumulation.

The amount of biomass produced by various native species of genus Lupinus (L.) growing in Mexico ranges from 2.9-8.2 Mg/ha of dry matter, which can add up to 200 kg/ha of N to soil as green manure. However, information is scarce on the decomposition and mineralisation this biomass in the soil. The above-ground decomposition and N mineralisation of Lupinus mexicanus Cerv. ex Lag. and Lupinus rotundiflorus M.E. Jones species from Mexico using fine-mesh litter bags was evaluated. Litter bags containing 5 g of above-ground air-dried biomass at the vegetative and flowering stages were buried at a depth of 20 cm. Were dug up every 3 weeks over the course of 4 months, dried and re-weighed to determine the lost mass and total N by the Kjeldahl method. The largest decrease in residue mass occurred during the first 3 weeks of incubation. However, the lost mass was higher in younger green manure (75 days old) than in older plants (85 days old) after 18 weeks of exposure in the field. It was found that 60-75% of the total N in the plant material was released in the first 6 weeks. In L. rotundiflorus green manure, it was found that 79.14% of the initial N in the vegetative stage and 77.6% of N in the flowering stage was released 18 weeks after litter bag installation, whereas L. mexicanus were 74.6% and 74.7%, respectively. It was found that both decomposition and N mineralisation occurred quickly in the green manures evaluated.

La investigación se desarrolló en el municipio de Zinacantán, Chiapas, México, en invernaderos de producción de rosas, localizado a 16° 45′ 35″ latitud norte, 92° 43′ 20″, longitud oeste y a una altitud de 2.162 msnm. El clima de esta región es templado, subhúmedo, con lluvias en verano, con una temperatura media de 21 °C y una precipitación media anual acumulada de 599 mm. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto en el crecimiento de la planta de la utilización de microorganismos de montaña activados (MMA), asperjados bajo dos dosis (10% y 20 %) y dos frecuencias de aplicación (cada 8 y cada 25 días). Los tratamientos se evaluaron bajo el manejo convencional de rosas de la región, y se incluyéron un testigo de manejo convencional y un testigo de manejo ecológico, Los seis tratamientos se expusieron en un diseño completamente al azar, cada uno constituido por una cama de siembra, donde se sembraron dos filas de plantas de rosas bajo un sistema de plantación de tres bolillos; y cada cama presentó un total de 530 plantas. Los resultados indican que los tratamientos de uso del biofertilizante MMA en manejo convencional al 20 % cada 15 días y el tratamiento de MMA al 20% cada 8 días manejado de forma orgánica, fueron estadísticamente mejores para las variables: longitud del tallo, diámetro del tallo, número de hojas, largo de hojas, ancho de hojas, tamaño de la flor y mayor vida de anaquel. Se concluye que la dosis de 20 % de MMA favorece los indicadores de producción de rosas bajo condiciones de invernadero.