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Pindal Cave (Asturias, Spain) and its Paleolithic art have been part of the UNESCO World Heritage List since 2008. The importance of this Paleolithic art led to a research project that deals with deciphering the relationships between environmental conditions and microbial activity in natural underground ecosystems and its application to the design of conservation strategies. The Pindal karstic system develops in a calcareous massif (Carboniferous) modeled in the form of an erosional marine terrace (rasa) by coastal morphogenetic processes. This marine terrace level is located at an elevation of 30-68 meters above current sea level and constitutes the preferred catchment area for runoff water from another higher level (140-170 m) developed on quartzite layers with very low permeability (Ordovician). The cave is the main endokarstic feature of the system. On the surface of the 30-68 m rasa there are numerous exokarstic structures of sinkhole and polje type. On one of the sinkholes, located almost vertically to the cave, a cattle farm was installed in 1995. Between October 19 and 23, 2019, an extreme episode of rainfall occurred in the area with a cumulative total of 209 l/m2. This event caused a strong accumulation of water in the aforementioned sinkhole that finally collapsed, flooding the cave for several days. Immediately after the cave had been drained, environmental measurements and sediment samplings were carried out at various points in order to determine the changes caused in the underground ecosystem. In the most affected area by the flood, changes in humidity and temperature of air and sediments were recorded for several months. Biogeochemical data indicated that the sediments deposited as a result of the flooding presented high values of available organic matter, nitrogen, phosphorus and potassium, much higher than those of the innermost areas did not directly affect by the flooding. The comparative microbiological study of sediment samples revealed that th

La Cueva del Pindal (Ribadedeva, Asturias) y su arte rupestre paleolítico forman parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2008. Actualmente está abierta al público con visitas limitadas y en ella se desarrolla un proyecto de investigación sobre actividad microbiana en ecosistemas naturales subterráneos y su aplicación al diseño de estrategias de conservación. El sistema kárstico del Pindal se desarrolla en un macizo calcáreo modelado en forma de terrazas marinas (rasas), situadas entre 30 y 68 metros s.n.m que constituyen el área de captación hídrica preferente y en las que se observan numerosas estructuras exokársticas tipo dolina y poljé. Sobre una de las dolinas, situada casi en la vertical de la cavidad, se instaló una explotación ganadera en 1995. El 23 de octubre de 2019 tras un episodio extremo de precipitaciones (209 l/m2) se produjo una fuerte acumulación de agua en la dolina y una entrada masiva de agua y sedimentos en la cueva. El 31 de octubre se realizó un muestreo específico para conocer los cambios provocados en el ecosistema subterráneo. La inundación provocó un fuerte incremento de materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio disponibles en los sedimentos y modificaciones muy significativas en la composición de las comunidades microbianas presentes en los sedimentos: aparición de nuevos filos bacterianos (Firmicutes y Bacteroidetes), incluyendo grupos de bacterias patógenas oportunistas (Corynebacterium, Thauera, Clostridiales) y la casi total desaparición de otros (Rokubacteria y Nitrospirae). Los resultados confirman que el agua y sedimentos arrastrados al interior de la cueva en la inundación fueron acompañados de residuos procedentes de la explotación ganadera, demostrando el alto grado de vulnerabilidad de este tipo de ambientes. Tras el estudio e informe correspondiente, la actividad ganadera cesó en 2021 y continúa el estudio de las poblaciones microbianas para conocer su evolución a medio-largo plazo.