Esta tesis doctoral se enmarca en el estudio de las relaciones sociales de producción de los antiguos canarios a través del análisis de un elemento significativo de su cultura: las producciones líticas talladas. Esta estrategia no es nueva, sino que es heredera de una larga tradición que va renovando sus hipótesis de partida y su metodología para confluir en marcos interpretativos que cada vez son más deudores de las aportaciones derivadas de la reflexión de equipos multidisciplinares. Su aplicación, en este caso concreto, constituye una línea de trabajo que se inició hace ya tiempo y que ha tenido continuidad gracias a varios proyectos de investigación, orientados a la reconstrucción de las relaciones sociales de producción en la isla de Gran Canaria. Primero se centraron en la explotación de los recursos líticos y luego fueron incorporando sucesivamente otros aspectos vinculados a procesos productivos de muy variada naturaleza (Rodríguez-Rodríguez et al., 2012). Por lo tanto, en estos momentos, la presente tesis doctoral queda enmarcada en el proyecto de investigación del MINECO: HAR2013-41934 titulado: Las relaciones sociales de producción en la isla de Gran Canaria en época preeuropea y colonial. Dos procesos de colonización y un mismo territorio. Queremos puntualizar que cuando hablamos de etapa prehispánica estamos haciendo referencia a un largo período que abarcaría el espacio temporal en el que se desarrollan las formaciones sociales aborígenes canarias antes del proceso de interacción con los europeos que tiene lugar durante los siglos XIV y XV. También suele hablarse de prehistoria, protohistoria y etapa pre-europea y el debate sigue aún abierto (Navarro Mederos, 1997, Hernández, Alberto y Velasco, 2004-2005). En este sentido, nosotros usamos el adjetivo “prehispánico” para aludir a un contexto socio-cultural y lingüistico concreto y claramente definido como fue el proceso de integración de las islas Canarias a la Corona de Castilla, proceso que significó la total hispanización de los indígenas canarios (Onrubia y González, en prensa). El archipiélago canario, por su naturaleza volcánica, es un contexto natural donde los minerales metalizables no existen. Esta circunstancia confirió al trabajo de la piedra una relevancia singular durante toda la etapa prehispánica. Los instrumentos tallados en rocas duras eran la materia prima con la que se fabricaron muchos útiles de trabajo. Su explotación implicó la adopción de estrategias específicas para la captación de recursos y su transformación, uso y reciclado. Por ello, consideramos que su análisis puede ayudar a comprender aspectos de la propia organización social del trabajo, del conocimiento tecnológico y de los procesos ligados a la concepción de la propiedad, el acceso diferencial a los recursos, así como el valor de uso y de cambio que pudieron tener. El estudio de la producción de instrumentos líticos se aborda desde una doble vertiente. Por una parte como un elemento cuyas materias primas pueden ser determinadas y medidas empleando diversos métodos de análisis físico-químicos. Por otra como un objeto cultural que responde a un sistema de explotación, de intercambio y de uso definido por patrones de percepción que son propios a cada formación social (Martín et al., 2003, Rodríguez-Rodríguez et al., 2006a, Rodríguez-Rodríguez, 2010).