Con base en información etnográfica recabada en dos municipios del estado de Puebla -Tehuacán y Pahuatlán-, en el centro de México, en este trabajo analizamos las transiciones fragmentadas de la escuela al trabajo de amplias franjas de la población joven mexicana. Al abandono escolar se suman uniones conyugales y maternidades/paternidades a edades tempranas, que resulta en una inserción laboral precaria. Partimos de la premisa de que las transiciones fragmentadas que definen la vida de esta población se relacionan con sus precarizadas condiciones de producción y reproducción social características de amplios sectores de la sociedad mexicana, agudizadas entre mujeres y poblaciones de origen rural e indígena. El tránsito de la escuela al trabajo de estos jóvenes está3 definido por su inserción en empleos precarios que marca sus cursos de vida por la espiral de la pobreza. En Tehuacán analizamos el caso de mujeres solteras, la mayoría provenientes de localidades rurales e indígenas, que se insertan en la maquiladora de prendas de vestir de aquella ciudad con la idea de retomar sus interrumpidas trayectorias escolares cuando sus ingresos dejen de ser indispensables para la reproducción de sus familias. No obstante, en los hechos, su eventual inserción laboral muta en permanente. Por su parte, en el caso de jóvenes de Pahuatlán -hombres y mujeres-, donde la caficultura social fue desmantelada en los años 90 como parte de la reestructuración neoliberal del campo mexicano, el trabajo en Estados Unidos, mayoritariamente de hombres y mujeres en edades productivas y reproductivas, devino en una actividad económica fundamental para asegurar la reproducción de las familias y la comunidad., Based on ethnographic information collected in two municipalities in the state of Puebla -Tehuacán and Pahuatlán-, in central Mexico, in this paper we analyze the fragmented transitions from school to work of large segments of the young Mexican population. Married unions and maternity/paternity at an early age are added to school dropout, resulting in a precarious job placement. We start from the premise that the fragmented transitions that define the life of this population are related to their precarious conditions of production and social reproduction, characteristic of broad sectors of Mexican society, exacerbated among women and populations of rural and indigenous origin. The transition from school to work for these young people is defined by their insertion in precarious jobs that mark their life courses due to the spiral of poverty. In Tehuacán we analyze the case of single women, most of them from rural and indigenous localities, who are inserted in the clothing maquiladora of that city with the idea of resuming their interrupted school trajectories when their income ceases to be essential for reproduction. of their families. However, in fact, his eventual labor insertion mutates into a permanent one. For its part, in the case of young men and women from Pahuatlán, where social coffee farming was dismantled in the 1990s as part of the neoliberal restructuring of the Mexican countryside, work in the United States, mostly men and women of productive and reproductive, became a fundamental economic activity to ensure the reproduction of families and the community.