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Peripheral T-cell lymphomas (PTCLs) are a heterogeneous group of rare lymphoid malignancies that mostly have poor prognoses with currently available treatments. Upfront consolidation with autologous stem cell transplantation (ASCT) is frequently carried out, but its efficacy has never been investigated in randomized trials. We designed a multicenter, international, retrospective study with the main objective of comparing progression-free survival (PFS) and overall survival (OS) of patients with PTCL who underwent ASCT in complete remission (CR) after first-line chemotherapy with a control group who did not undergo ASCT. From the initial population of 286 registered patients, 174 patients with PTCL other than anaplastic large cell lymphoma, ALK-positive, deemed fit for ASCT at the time of diagnosis, and who were in CR or uncertain CR after induction therapy (CR1) were included in our analysis. 103 patients underwent ASCT, whereas 71 did not, in most cases (n=53) because the physician decided against it. With a median follow-up of 65.5 months, PFS was significantly better in the transplanted patients than in the non-transplanted group: 63% vs. 48% at 5 years (p=0.042). OS was significantly longer for ASCT patients in the subgroup with advanced stage at diagnosis (5-year OS: 70% vs. 50%, p=0.028). In the multivariate analysis, first-line ASCT was associated with significantly prolonged PFS (HR 0.57, 95% CI 0.35-0.93) and OS (HR 0.57, 95% CI 0.33-0.99). In conclusion, our study supports the use of ASCT as a consolidation strategy for patients with PTCL in CR1. These results should be confirmed in a prospective randomized study.

Oral Presentation [CO-092] Introducción: La mitad de los pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC) en respuesta molecular profunda no pierde la respuesta molecular mayor (RMM) tras la suspensión del tratamiento con inhibidores de BCR-ABL (ITC). Esta estrategia ha demostrado ser segura en ensayos clínicos pero hay poca información acerca de su aplicabilidad en la práctica clínica asistencial. El objetivo del estudio fue analizar la experiencia con la suspensión del tratamiento fuera de ensayo clínico en España. Métodos: Se analizan los resultados de 236 pacientes con LMC en fase crónica que suspendieron el tratamiento fuera de ensayo clínico en 33 hospitales. Criterios de inclusión: a) tratamiento con ITC >3 años, b) respuesta molecular grado 4.5 durante >2 años (se permitió una única determinación de RM4 durante ese período). Se excluyeron los pacientes trasplantados. Resultados: Las características de la serie se muestran en la tabla 1. Los motivos principales para suspender el tratamiento fueron los efectos secundarios (n=66), lograr la remisión libre de tratamiento (n=166) y el embarazo (n=4). La mediana de seguimiento tras la suspensión fue de 21, 5 meses y 5 pacientes fallecieron por causas no relacionadas con la LMC. Durante este periodo, 67 pacientes reiniciaron el tratamiento por recaída molecular (pérdida de RMM: n=52, aumento de tránscritos >1 log en dos controles sucesivos sin pérdida de RMM: n=12), decisión del paciente (n=2) o síndrome de discontinuación (n=1). Un paciente perdió la RMM a los 20 meses y decidió no tratarse, recuperando la RMM espontáneamente. Cuarenta y nueve recaídas (75% del total) ocurrieron en los primeros 6 meses, 8 entre los meses 7-12, y 8 tras los 12 meses, produciéndose la pérdida de RMM más tardía a los 30 meses. La supervivencia libre de reinicio del tratamiento (figura 1) y de recaída molecular fue del 66, 8% y del 67, 5% a los 3 años, respectivamente. Los factores asociados a mayor supervivencia libre de recaída fueron la duración del tratamiento con ITC >5 años (p=0.01) y la RM4.5 >4 años antes de la suspensión (p=0.017). Un total de 51 pacientes (22%) desarrollaron dolor osteomuscular tras la suspensión. No se registró ningún caso de progresión a fases avanzadas. El valor mediano de la carga de BCR-ABL al reinicio del tratamiento fue del 0, 3% (>5% en 7 casos). La mediana de seguimiento tras reinicio del tratamiento fue de 20 meses; 46 de 52 casos (88%) recuperaron la RMM tras una mediana de tiempo de 3 meses; 50 de 64 recuperaron la RM4 (mediana 3, 5 meses) y 47 de 64 recuperaron la MR4.5 (mediana 5 meses). En el último control, el estado de la respuesta fue: RM4.5 (n=195), RM4 (n=15), RMM (n=14), respuesta citogenética completa (n=10), otros (n=2). Conclusiones: los resultados confirman que la suspensión del tratamiento es factible en la práctica clínica asistencial en España. La duración del tratamiento y de la respuesta molecular profunda se asociaron con la supervivencia libre de recaída. Esta información puede ser útil para establecer recomendaciones generales acerca de la discontinuación del tratamiento de la LMC en nuestro medio.

The clinical utility of minimal residual disease (MRD) analysis in acute myeloid leukaemia (AML) is not yet defined. We analysed the prognostic impact of MRD level at complete remision after induction therapy using multiparameter flow cytometry in 306 non-APL AML patients. First, we validated the prognostic value of MRD-thresholds we have previously proposed (>= 0.1%; >= 0.01-0.1%; and

Multiparameter flow cytometry immunophenotyping allows discrimination between normal (N-) and myelomatous (MM-) plasma cells (PCs) within the bone marrow plasma cell compartment (BMPCs). Here we report on the prognostic relevance of detecting more than 5% residual normal plasma cells from all bone marrow plasma cells (N-PCs/BMPCs) by multiparameter flow cytometry in a series of 594 newly diagnosed symptomatic MM patients, uniformly treated according to the Grupo Espanol de MM 2000 (GEM2000) protocol. Our results show that symptomatic MM patients with more than 5% N-PCs/BMPCs (n = 80 of 594; 14%) have a favorable baseline clinical prospect, together with a significantly lower frequency of high-risk cytogenetic abnormalities and higher response rates. Moreover, this group of patients had a significantly longer progression-free survival (median, 54 vs 42 months, P = .001) and overall survival (median, not reached vs 89 months, P = .04) than patients with less than or equal to 5% N-PCs/BMPCs. Our findings support the clinical value of detecting residual normal PCs in MM patients at diagnosis because this reveals a good prognostic category that could benefit from specific therapeutic approaches. This trial was registered at www.clinicaltrials.gov as NCT00560053. (Blood. 2009;114:4369-4372)