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En este artículo se problematizan desde el bienestar los Programas de Transferencias Condicionadas de Ingresos (PTCI) que, en tanto políticas sociales, impactan diferencialmente en los procesos de configuración de las desigualdades. Los PTCI se han posicionado como los modos extendidos de abordaje de las pobrezas en Latinoamérica, con una presencia en Argentina desde principios del siglo XXI. Estos modos de intervención, si bien transfieren ingresos a los hogares afectando en alguna medida el bienestar de las familias, anclan ciertos comportamientos de las mujeres-madres en términos de responsabilización por los cuidados a partir de las condicionalidades exigidas. De allí que a partir del análisis documental de los PTCI implementados en la primer década del siglo XXI en Argentina, se concluya que si por un lado transfieren ingresos monetarios a los hogares en condición de pobreza, por otro, producen y reproducen modelos de sociedad donde los cuidados sociales son desigualmente atribuidos en función de una supuesta división sexual de los mismos. Este tipo de intervenciones estatales privilegian una división sexual del trabajo que delimita las funciones reproductivas de las mujeres en su calidad de madres, posicionándolas como elementos clave para gestionar los PTCI al interior de los hogares., In this article the Conditional Income Transfers Programs (PTCI) are problematized from welfare, which, as social policies, have a differential impact on the processes of inequality configuration. The PTCI have positioned themselves as the extended modes of approach to poverty in Latin America, with a presence in Argentina since the beginning of the 21st century. These modes of intervention, although they transfer income to households, affecting to some extent the well-being of families, they anchor certain behaviors of women-mothers in terms of responsibility for care based on the required conditionalities. Hence, from the documentary analysis of the PTCI implemented in the first decade of the twenty-first century in Argentina, it is concluded that if on the one hand they transfer monetary income to households in poverty, on the other, they produce and reproduce models of society where Social care is unequally assigned based on a supposed sexual division of the same. This type of state intervention privileges a sexual division of labor that defines the reproductive functions of women as mothers, positioning them as key elements to manage PTCI within households.