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El s��ndrome metab��lico (SM) se define como la conglomeraci��n de una serie de trastornos metab��licos como la obesidad abdominal, resistencia a la insulina, hipertensi��n arterial e hiperlipidemia. En conjunto, estos elementos incrementan el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), diabetes mellitus tipo 2 y otras causas de mortalidad. El SM se ha reconocido como una entidad de etiolog��a multifactorial; entre los elementos contribuyentes se han identificado los ciclos circadianos (CC). La implementaci��n de intervenciones relacionadas con la higiene del sue��o podr��a ser una herramienta especialmente poderosa en este contexto, en particular para el control de condiciones como la obesidad, el SM y la ECV, que constituyen un peso avasallante para los sistemas de salud p��blica. Estas se centran en la duraci��n del sue��o, su regularidad, y la armon��a entre los horarios de sue��o y los patrones alimentarios, al igual que la atenci��n al contenido nutricional. Debido al importante impacto comunitario de las enfermedades cardiometab��licas y los trastornos del sue��o en la actualidad, el objetivo de esta revisi��n es esclarecer el papel de estos y las modificaciones del CC en el desarrollo del SM y c��mo la intervenci��n a trav��s de la atenci��n a las medidas de higiene del sue��o puede ayudar a prevenir este proceso.

Las ca��das representan un problema cl��nico muy frecuente en la atenci��n de los adultos mayores, resultando en lesiones significativas en alrededor de la mitad de los casos, y correspondiendo a costos m��dicos exorbitantes cada a��o, adem��s de una reducci��n marcada de la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores. Por lo tanto, la evaluaci��n y control del riesgo de ca��das es fundamental en la atenci��n del paciente geri��trico, en particular debido a que ��stos suelen subestimar la probabilidad verdadera de caer, lo cual podr��a resultar en un riesgo a��n mayor. En este sentido, es esencial una aproximaci��n hol��stica que considere la totalidad de las condiciones biopsicosociales de cada paciente y su entorno. Existe un abanico amplio de intervenciones posibles que pueden adaptarse a las necesidades particulares de cada paciente, por ejemplo, aquellos con demencia. Se enfatiza la necesidad de explorar el historial de ca��das previas, la revisi��n de la medicaci��n, un examen f��sico focalizado, y una evaluaci��n funcional y ambiental. El personal de atenci��n primaria en salud ocupa un puesto clave en este contexto, en tanto se ubican en una posici��n id��nea para ejecutar las acciones de cribado para el riesgo de ca��das, instaurar las primeras intervenciones pertinentes y actuar como organizador del equipo interdisciplinario necesario. Por lo tanto, en este art��culo se revisa la situaci��n actual en materia de evaluaci��n y manejo del riesgo de ca��das en adultos mayores.

En la actualidad, las infecciones de heridas quir��rgicas (IHQ) persisten como problemas. Hoy en d��a, la inactividad f��sica (IF) se ha reconocido un factor promotor importante de la mortalidad global, especialmente a expensas de enfermedad cardiovascular, la primera causa de mortalidad a nivel mundial. El peso de la IF en este sentido tiende a hacerse m��s notorio a medida que incrementa la edad de los pacientes. Adicionalmente, la realizaci��n de actividad f��sica (AF) puede tornarse m��s complicada a medida que avanza la edad de los individuos, debido a condiciones como el deterioro fisiol��gico generalizado de todos los sistemas org��nicos, la p��rdida de masa, fuerza y resistencia muscular, mayor dificultad para el equilibrio y la marcha, y la posible presencia de deterioro neurocognitivo, demencia u otros trastornos mentales. No obstante, en la poblaci��n geri��trica, la AF se ha relacionado con mejor��a de la salud general, mayor calidad de vida y prolongaci��n de la expectativa de vida. Por lo tanto, es importante examinar de cerca los problemas potenciales relativos a la realizaci��n de AF en los adultos mayores, as�� como explorar las posibles estrategias para solventarlos. La prescripci��n de AF en esta poblaci��n demanda la contemplaci��n de factores espec��ficos para obtener resultados efectivos de manera segura. Se ha observado que los conocimientos, actitudes y pr��cticas del personal m��dico en relaci��n a la prescripci��n de AF y ejercicio f��sico a menudo son deficientes, con poco dominio del tema y una tendencia a obviar el punto en la consulta m��dica. Por lo tanto, en esta revisi��n se resumen los aspectos esenciales para la prescripci��n de AF en los adultos mayores.

Las artroplastias de miembros inferiores resaltan como los procedimientos quir��rgicos ortop��dicos m��s comunes, los cuales son utilizados, principalmente, en pacientes con osteoartritis (OA). Este es un trastorno degenerativo caracterizado por mecanismos inflamatorios que, adem��s de afectar a las estirpes celulares de las articulaciones, puede alterar el funcionamiento de otros ��rganos como los ri��ones y, con ello, conllevar al desarrollo de enfermedad renal cr��nica (ERC). Al mismo tiempo, evidencia cient��fica ha demostrado que la ERC se ve implicada en procesos proinflamatorios asociados tanto al desarrollo como a la progresi��n de la OA. Del mismo modo, existen numerosos estudios que respaldan el rol de la ERC como un factor de riesgo de complicaciones posterior a artroplastia total de cadera (ATC) y artroplastia total de rodilla (ATR) como infecciones de las heridas, neumon��a y eventos cardiopulmonares, as�� como se correlaciona con un incremento de las tasas de mortalidad y cirug��as de revisi��n en estos pacientes. En vista de dicha problem��tica, se recomienda a los cirujanos ortop��dicos que realicen un correcto asesoramiento perioperatorio de pacientes con ERC, para as�� disminuir los riesgos postquir��rgicos de la ATC y ATR. El objetivo del presente art��culo de revisi��n es describir la relaci��n que existe entre la OA, la ERC y las artroplastias de miembros inferiores, en conjunto con recolectar y exponer la evidencia cient��fica que soporte el rol de la ERC como factor de riesgo para complicaciones en dichos procedimientos quir��rgicos

RESUMEN La creciente pandemia de obesidad representa un problema innegable de salud p��blica. Entre las estrategias para manejarla, la cirug��a bari��trica ha ocupado un papel protag��nico en la ��ltima d��cada. Esto ha incrementado la necesidad de la poblaci��n por procedimientos est��ticos como la abdominoplastia, mastopexia y muchos otros, con la intenci��n de que el paciente se sienta tan a gusto como sea posible con su imagen corporal. Sin embargo, es importante considerar que adem��s del riesgo inherente a cualquier procedimiento quir��rgico, se le debe a��adir el riesgo agregado para los pacientes con sobrepeso y pacientes obesos. Se ha demostrado que el ��ndice de masa corporal (IMC) act��a como un factor predictor para complicaciones posoperatorias como infecci��n de la herida, estad��as intrahospitalarias m��s largas, mayor tasa de reoperaci��n y mayores tasas de mortalidad, por lo que es importante establecer relaci��n riesgo beneficio en la valoraci��n preoperatoria, tomando en consideraci��n el IMC del paciente en conjunto con cualquier otro factor de riesgo que se pueda presentar. El objetivo de esta revisi��n es evaluar la evidencia cl��nica que afirma que el IMC es un factor de riesgo para complicaciones en los procedimientos est��ticos.