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Recención

Los autores, en el presente artículo, recuperan la información vertida dentro de algunos periódicos mexicanos respecto al asesinato del presidente francés Sadi Carnot, acaecido en 1894, de la mano del anarquista Sante Geronimo Caserio. La intención es observar la importancia que se le dio a la noticia dentro del imaginario político en México y las repercusiones que tuvo dentro del país. Con lo anterior, se busca reconstruir la manera en que la prensa oficial mexicana asimiló al anarquista como individuo de acción, y los efectos que su figura causó, de la mano del magnicidio, en la sociedad. A la par se intenta constatar, de alguna manera, las connotaciones peyorativas que, en los rotativos, se tenía del anarquismo, en una época en la que los atentados ácratas fueron constantes en el cierre de siglo europeo, cuando la denominada “propaganda por el hecho” se utilizó como herramienta revolucionaria.

Este artículo analiza la película ’Ora sí: ¡Tenemos que ganar! (Raúl Kamffer, 1978) para rastrear las influencias que tuvo en el filme el pensamiento floresmagonista. Se emplean fuentes historiográficas que se complementan con textos del propio Ricardo Flores Magón, lo que permite encontrar las confluencias y rupturas entre el discurso anarquista textual y el discurso anarquista visual. El estudio revela que existe un pleno conocimiento de las ideas floresmagonistas por parte de los creadores de la película, puesto que hay más similitudes que discordancias.