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En la vida y obra da Gamaliel Churata la muerte de su esposa Brunilda (Rosa Calderón) y de sus hijos Teófano (Teófano Peralta) y Qimensa (Clemencia Peralta) tuvo un impacto singular. Este acontecimiento no solo afectó a Churata, sino que también alcanzó a otros miembros del Grupo Orkopata, quienes escribieron poemas dedicados a estas almas significativas. En este artículo estudiamos el ritual de la muerte representado en la poesía de Churata, en específico a las fases que corresponden a la partida y al retorno del alma (ajayu). Para ello, analizamos dos poemas dedicados a la muerte de Teófano, que siguen esta secuencia ritual. Nos serán de utilidad las categorías de ajayu, amaya y ajayu-watan, además de las nociones de la lírica andina. Con ello, evidenciaremos que el canto a la muerte propuesto por Churata sigue el ritual de la concepción andina de la muerte, en especial el ritual aymara.

Un breve apunte acerca del devenir ontológico en América Latina con sus giros, asimilaciones y cambios de rumbo. A partir de cuatro fragmentos textuales poco comentados de Gamaliel Churata se explora en las relaciones inorgánicas entre la mente y la materia. A mediados del siglo XX, en La Paz, Bolivia, se debatía acerca de lo más reciente de la filosofía occidental. Los libros de Martin Heidegger y Nicolai Hartman se estaban traduciendo al castellano. Realmente pocos autores locales lograron asimilar y al mismo tiempo desprenderse de las ideas de estos filósofos europeos para construir una propuesta ontológica propia, sin descartar aquellos principios, sino ampliando/modificando sus alcances desde la raigambre andina. A la vez, mediante estos fragmentos, intento hacer un muy breve repaso al desarrollo de la poética del autor y pensador andino entre las décadas de los años cuarenta y sesenta.