The COVID-19 pandemic has posed many challenges, particularly for health systems, which may be forced to ration the resources available to treat patients with this disease. With its ethical implications, this decision forces health care institutions to choose, among patients with similar vital needs, who will receive the scarce available life support resources in the emergency room or intensive care units based on prognostic criteria. This utilitarian approach aims to achieve the greatest benefit for the largest possible number of patients; however, in Colombia, its implementation faces several obstacles, such as the medical ethos, the instruments used to define the prognosis, the prioritization criteria, the legal-constitutional precepts, and the economic nature of the provision of intensive care services in the country. This article aims to reflect on these aspects and propose a model for patient prioritization based on the creation of multidisciplinary teams that make decisions within a transparent, humane, plural, impartial, equitable, and fair methodological framework. In the context of the current pandemic, these multidisciplinary teams should be guided by four ethical-clinical principles: (a) treat all persons equally, (b) prioritize patients with the worst condition, (c) maximize the benefits that can be obtained from the scarce resources available and (d) preferably select patients with instrumental value. If these four principles are followed, the guidelines drawn up by the Colombian Government concerning the care of COVID-19 patients would be fulfilled within a context of ethical medical autonomy and scientific and professional practice determined by a utilitarian perspective., La pandemia por COVID-19 ha generado muchas dificultades, en particular en los sistemas sanitarios, que podrían verse obligados a racionar los recursos disponibles para la atención de pacientes con esta enfermedad. Esta decisión, de connotación ética, obliga a las instituciones de salud a escoger, entre pacientes con necesidades vitales similares, quién podrá acceder a los escasos recursos disponibles de soporte vital en los servicios de urgencias o cuidado intensivo de acuerdo con criterios pronósticos.Esta aproximación utilitarista persigue el mayor beneficio para el mayor número posible de pacientes con dicha elección; sin embargo, en Colombia, su implementación enfrenta varios escollos, tales como el ethos médico, los instrumentos empleados para definir dicho pronóstico, los criterios de priorización, los preceptos jurídico-constitucionales y la naturaleza económica de la prestación de cuidados intensivos en el país.El objetivo de este artículo es reflexionar sobre estos aspectos y proponer un modelo de aproximación para dicha priorización de pacientes, basado en la creación de equipos multidisciplinarios que tomen estas decisiones dentro de un marco metodológico transparente, humano, plural, imparcial, equitativo y justo.En el contexto de la actual pandemia, estos equipos multidisciplinarios podrían guiarse por cuatro principios ético-clínicos: (a) tratar a todas las personas por igual, (b) priorizar a los pacientes cuya condición sea peor, (c) maximizar los beneficios que puedan obtenerse a partir de los escasos recursos disponibles, y (d) seleccionar preferentemente a aquellos pacientes con un valor instrumental.Si se siguen estos cuatro principios, se cumplirían las directrices trazadas por el gobierno colombiano respecto a la atención de pacientes con COVID-19 dentro de un marco de autonomía médica ética, así como dentro de la práctica científica y profesional determinada por una perspectiva utilitaria.