Estamos ante el fin del mundo tal como lo conocemos. El horizonte se diluye, la realidad empieza a fallar... Novela rupturista, novela fractal, intento de atrapar la complejidad de un mundo que se desmorona ante nuestros ojos, Big Rip es la novela total de nuestro presente. También, una experiencia abierta, inagotable, en la que la naturaleza del texto es el propio desborde de lo humano. «Porque, ¿qué es la continuidad sino una fiebre, una aberración?» En el principio hay una ciudad, dos hombres solitarios; un tatuador y un empleado de correo se hacen amigos en una galería olvidada del centro y son testigos y protagonistas del colapso que quiebra el mundo tal como lo conocían. La realidad empieza a fallar, a funcionar mal, como si hubiera mala señal, como si el software estuviera dañado: el horizonte se pixela, los personajes titilan, se fragmentan, y ya nadie puede estar seguro de que, si entra a una habitación, saldrá en algún momento. Gente que desaparece, gente que queda atrapada en una acción, en un paisaje, en una frase. Y la ciudad que crece y se multiplica con una voracidad entrópica, que se abre como una flor carnívora. Estamos, entonces, ante el fin del universo. No hay por qué escandalizarse. Estamos hace mucho ahí y quizás no nos hemos dado cuenta. Toda la historia de la humanidad podría ser una parte ínfima de este fin del mundo. Nuestra conciencia podría ser parte de esa energía oscura de la que solo tenemos noticia en su constante diálogo con la gravedad. ¿Y si esa energía fuera, finalmente, el dios que tanto hemos buscado? Sobre la obra de Romero la crítica ha dicho... «Romero, tras los pasos del Cortázar más ominoso, nos obsequia una historia o una metáfora tan redonda como singular.» J. Ernesto Ayala-Dip, «Babelia», El País, sobre La habitación del Presidente «Historia de Roque Rey es una novela que desafía, interpela al lector del presente. Por su desmesura. Por el tiempo que impone. Y por la voluntad de narrarlo todo. La ética narrativa de Romero está sostenida en su voluntad por contar. Y porque narrar es para él un gesto político, una forma de vida.» Hernán Ronsino, Revista Ñ «Aunque su escritura es transparente y sus historias siguen una lógica clara, no hay nada de'normal'en ellos. Está plagada de freaks que deambulan en busca de su desgracia, como en Perros de la lluvia (2011), o de sociedades improbables, como el excéntrico grupo de detectives con síndrome de Tourette de El síndrome de Rasputín (2008), Los bailarines del fin del mundo (2009) y El Spleen de los muertos (2011), una trilogía de novelas que hace estallar la ciencia ficción, el terror y el policial para crear un género propio con sus restos». Martín Lojo, «ADN», La Nación «En la inquietante novela El conserje y la eternidad, Ricardo Romero hilvana versiones de una criatura condenada a una existencia infinita, sin saber el abismo que hay entre una palabra y otra...» Silvina Friera, Página/12 «Romero ya ha escrito dos de las más importantes novelas argentinas de la última década (Perros de la lluvia e Historia de Roque Rey), extensas y cargadas de anécdota, de latido, de expansión. La crónica de un monstruo en tres etapas, por su ejemplar pero también exagerada contención, parece más bien encaminada a convertirse en libro de culto.» Elvio Gandolfo, La Nación, sobre El conserje y la eternidad