Sobre datos de 14.284 botellas provenientes de seis regiones/país: Argentina, Australia, Chile, California (Estados Unidos de América), Borgoña (Francia) y Sudáfrica, y cinco cosechas: 1997, 1999, 2001, 2004 y 2005, se estima un modelo de precios hedónicos que relaciona causalmente precio del vino con calidad individual y marca-país. Se confirma una relación positiva y estadísticamente significativa entre precio y calidad individual, y se detecta que el premio o castigo que reciben los vinos por marca-país --al igual que la elasticidad precio-calidad-- se ha mantenido estable en el tiempo. A igual calidad individual y respecto de los vinos californianos, los vinos chilenos y argentinos siguen siendo castigados hoy en más de un 50%. Se constata también que el problema de la marca-país no tendrá solución mientras países entrantes a esta industria, como Chile o Argentina, no produzcan una masa crítica de vinos de excepcional calidad, factor que a fin de cuentas determina la consistencia de una buena imagen o reputación colectiva de sus productores. [ABSTRACT FROM AUTHOR]