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Se utilizaron cinco vacas secas Holstein (633 ± 81 kg) canuladas para evaluar la posible interacción de una enzima fi brolítica exógena y el procesamiento de maceración de la paja sobre las variables de digestión y función ruminal. Los tratamientos consistieron en un concentrado formulado a base de maíz complementado en proporción de 40% con alguno de los siguientes forrajes: heno de sudán molido, paja de arroz molida sin y con enzima (15 g/d) y paja de arroz macerada sin y con enzima (15 g/d). No hubo efecto (P 0.10) de los tratamientos sobre el consumo de materia seca. La combinación de enzima y macerado aumentó (interacción, P 0.05) la tasa de digestión ruminal de la fi bra detergente neutro (FDN) y la digestión a nivel de tracto total de la fi bra detergente ácido (FDA). La adición de la enzima aumentó (P 0.05) la digestión ruminal de la materia orgánica, de la FDA y de la FDN, sin efectos (P 0.10) sobre la digestión a nivel de tracto total. La maceración disminuyó la digestión ruminal (P 0.05) y digestión aparente en tracto total (P 0.01) del nitrógeno consumido. Aun cuando la maceración tendió a disminuir (P = 0.06) la digestión ruminal de la FDN, de esa fracción a nivel de tracto total, resultó incrementada (P 0.05). El macerado aumentó (P 0.01) la tasa de pasaje y la tasa de digestión de la fracción de FDN en rumen y disminuyó el contenido de los sólidos (P 0.01) y de la FDN en ese sitio (P 0.01). Mientras que la enzima sólo aumentó la tasa de digestión de la FDN (P 0.01). Se observó mayor digestión en tracto total (P 0.05) de la MO, FDN y energía bruta (3%, 19% y 4%, respectivamente) para la dieta con heno de sudán, resultando en mayor aporte de energía digestible (P 0.01). No hubo efecto de los tratamientos sobre el pH ruminal o en los perfi les de ácidos grasos volátiles. Se concluye que las enzimas fi brolíticas exógenas funcionan en forma sinérgica a la maceración, resultando en mejoría en el valor nutrimental en el forraje de baja calidad.

Se utilizaron cuatro novillos Holstein (157 kg PV) habilitados con cánulas en el rumen y duodeno proximal para comparar las características de la digestión del maíz, trigo, cebada y sorgo en hojuelas en dietas con 81% de grano. La digestión ruminal de la materia orgánica (MO) fue menor (P 0.05) para el sorgo comparado con el trigo y la cebada (19.7% y 14.9%, respectivamente). A nivel ruminal se obtuvo una mayor (P 0.05) digestibilidad del almidón para trigo y cebada (92%) con respecto a maíz y sorgo (83%). Aun cuando no existieron diferencias significativas (P 0.10) en la digestibilidad posruminal del almidón, la digestibilidad posruminal de la MO fue menor (P 0.05) para cebada comparada con el trigo (61% vs. 67%, respectivamente). La digestibilidad ruminal de nitrógeno (N) fue mayor (P 0.05) para trigo (80%) y cebada (72%), seguido de maíz (60%) y sorgo (46%).La digestibilidad posruminal del N fue diferente (P 0.05) para todos los tratamientos, de menor a mayor: sorgo (71%), maíz (74%), cebada (76%) y trigo (79%). En tracto total, la digestibilidad de MO fue mayor (P 0.05) para el trigo (85%), seguido de maíz (82%), cebada (80%) y sorgo (79%), mientras que la digestibilidad de N fue mayor para el trigo (80%), seguido de cebada (76%), y por último sorgo y maíz (69% y 68%, respectivamente). En tracto total, todos los granos obtuvieron digestibilidades del almidón por encima del 98%. La energía digestible (ED, Mcal/kg) fue mayor (P 0.05) para las dietas que contenían maíz y trigo (3.52 y 3.59 Mcal/kg) comparado con aquellas que contenían cebada y sorgo (3.35 y 3.34 Mcal/kg, respectivamente). Dado que los valores que asigna el NRC para el contenido de ED y proteína de escape para el maíz en hojuelas son de 4.10 Mcal/kg y 57%, respectivamente, los valores calculados por remplazo para el trigo, cebada y sorgo correspondieron a 4.19 Mcal/kg y 21.5%, 3.89 Mcal/kg y 34.8% y de 3.88 Mcal/kg y 63.4%,respectivamente. Se concluye que los actuales estándares del NRC subestiman el contenido de ED y de la proteína de escape de estos cereales.

Cuatro vacas Holstein primíparas (529 kg), habilitadas con cánulas en rumen y duodeno proximal fueron utilizadas para evaluar el efecto de los tratamientos sobre utilización de nutrimentos y función ruminal. Los periodos experimentales constaron de 21 días, 17 para adaptación a la dieta y 4 para toma de muestras. Las vacas consumieron dietas tipo integral en intervalos iguales dos veces por día. Los tratamientos fueron: 1) sin grasa suplementaria; 2) 4% de grasa amarilla, sustituyendo a 4% de maíz hojueleado; y 3) 4% sustituyendo a 4% de heno de alfalfa (BMS). No hubo efecto (P0.10) de los tratamientos sobre pH ruminal, digestión ruminal y posruminal de N, MO y almidón. El tratamiento 3 tendió a disminuir (18%, P0.20) la digestión de FAD a nivel ruminal. La adición de grasa a la dieta aumentó (P0.10) la ED de la dieta, así como el flujo a duodeno del N consumido, y disminuyó (P0.10) la digestión de MO a nivel de tracto total y la proporción molar de propionato. El valor de la ED (Mcal/kg)para la grasa amarilla promedió 7.54 Mcal/kg cuando fue sustituida por maíz, y 6.62 cuando se sustituyó por forraje. Se concluye que la suplementación de grasa puede ser mediante la sustitución del concentrado o el forraje, sin efectos negativos sobre la proporción de AGV ruminales, o sitio y tasa de digestión de MO, FAD, N, almidón y lípidos. Sin embargo, el adicionar a la dieta 4% de grasa en sustitución por forraje, tendió a disminuir el valor nutrimental de la grasa suplementaria en 12%.