Search

A hepatic pseudoaneurysm (HPA) after blunt or penetrating liver injury is an unusual but potentially lethal complication that can develop from an injured hepatic artery branch [1–5]. Endovascular intervention with coil embolization to treat HPA is a safe and effective method and has become the standard first-line treatment, with a success rate achieving 70–100 % [13,14,15]. Infrequently the pseudoaneurysm is fed by collateral vessels and endovascular intervention may be unsuccessful. Other minimally invasive treatment options that can be considered include image guided percutaneous thrombin injection, endovascular placement of covered stents and injection of liquid agents such as fibrin glue [10,11]. We present a case of a young female who developed a post-traumatic persistent hepatic pseudoaneurysm requiring a total of nine interventions, including six endovascular interventions with angiography, three endoscopic procedures for bleeding, one percutaneous injection, and two re-admissions to the hospital. Although she avoided initial operative management, her three-month hospital course can be considered a failure of conservative management of blunt hepatic trauma due to the accrued health care costs and resources. The literature on the management of persistent pseudoaneurysm is limited. The decision to treat a persistent HPA that are found incidentally and stable in size needs further investigation.

Background: We present the case of a patient who presents with a high velocity thoracoabdominal gunshot wound requiring ultramassive transfusion who exhausted the county blood bank requiring adjunctive therapies to balanced blood product transfusion while additional blood products could be obtained. Summary: Thoracoabdominal gunshot wounds carry a high mortality of 14–37 % because of the risk to produce cardiopulmonary, solid organ as well as major vascular injuries (Mandal and Oparah (1989) [1]). Ultramassive transfusion (>20 units of blood product transfusion) also carries high morbidity and mortality and management has generally centered on balanced transfusion (Matthay et al. (2021) [2]). Conclusion: Balanced blood product transfusion reduces mortality for patients requiring ultramassive transfusion but when this is not possible utilization of adjuncts to blood products may temporize resuscitation until additional blood products can be obtained.

Interrogantes científicos

Cartas

Background: We present the case of two brothers with identical mechanisms of injury presenting simultaneously, one with SARS-Cov-2 respiratory failure and the other in hemorrhagic shock. Summary: Healthcare globally and in the United States met novel challenges during the unprecedented severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) health crisis. The effect of SARS-CoV-2 on hospital and health care delivery systems has been widely reported. Elective surgical procedures were suspended; however, trauma and acute care services remained active and faced unique challenges during this pandemic. Trauma patients by their nature of injury require rapid assessment and treatment to include invasive emergency operations. Not only do trauma centers have to adapt to limited resources and new procedures limiting exposure, they are also met with the confounding issue of trauma patients concomitantly presenting with SARS-CoV-2 respiratory illness. Conclusion: Trauma care providers must now contend with SARS-CoV-2 on the differential for patients presenting with trauma. This is demonstrated by our case of two brothers with identical mechanisms of injury presenting simultaneously, one in shock from respiratory failure and the other hemorrhagic.

En el año de 1985, después de ejercer como Secretario Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Cirugía (FELAC) en la organización de tres de sus Congresos, me di cuenta de que en ellos se presentaban trabajos de cirujanos colombianos que sobresalían por su contenido, por el gran número de pacientes operados, y en muchos casos, por técnicas originales y procedimientos surgidos de su propia experiencia, especialmente en lo relacionado con el trauma. No teníamos cómo hacer conocer estas colaboraciones en nuestro propio territorio, pues no contábamos con una revista científica de calidad. Otras sociedades como la Sociedad Colombiana de Medicina Interna, la de Cardiología, la de Pediatría, la de Ginecología y la de Gastroenterología, desde hacía varios años divulgaban las experiencias de sus afiliados, y en algunas de sus respectivas revistas podíamos los cirujanos generales publicar las nuestras. La Sociedad Colombiana de Cirugía se había fundado trece años atrás, y ya mostraba una organización pujante que me motivó a solicitar a su Presidente, el Profesor Erix Bozón, la autorización para fundar un órgano escrito que permitiera divulgar las experiencias profesionales de los miembros de la Asociación y de autoridades extranjeras, el cual llenara todas las condiciones rigurosas de selección de los artículos y cumpliera con las normas preestablecidas por un Comité Editorial en el cual participaran personalidades sobresalientes de la cirugía colombiana.

Del 5 al 10 de diciembre de 1993, en la hermosa ciudad de Punta del Este, Uruguay, se celebró el X Congreso Latinoamericano de Cirugía, que contó con la asistencia de un millar de cirujanos, especialmente del cono sur de nuestro continente.

Con un éxito sin precedentes ser realizó en el Salón Rojo del Hotel Tequendama de Santafé de Bogotá, el XIX Congreso Nacional Avances en Cirugía, de la Sociedad Colombiana de Cirugía, durante los días comprendidos entre el 4 y el 7 de agosto próximo pasado.

Con el presente número, nuestra revista llega al final de su séptimo año de vida sin interrupción alguna, gracias al apoyo permanente que ha recibido de las sucesivas Juntas Directivas de la Sociedad Colombiana de Cirugía, de los consultores nacionales y del exterior, de los cirujanos que han enviado trabajos y experiencias para su publicación y de quienes han colaborado económicamente con sus pautas publicitarias.

La palabra Iatrogenia tiene sus raíces griegas en iatrós, médico y gennan, producir, esto es, producido por el médico o los medicamentos. Trata por consiguiente de aquellas alteraciones del estado del paciente, producidas por el médico a cuyo cargo se entrega la salud del ser humano y de quien la sociedad exige condiciones especiales como son la honradez, el buen juicio y una excelente preparación.

Aspectos Eticos y Legales del Ejercicio de la Cirugía

En un acto solemne que se realizó en el Hotel Bogotá Plaza el 6 de mayo pasado, se presentó el primer número de la Revista "CIRUGIA", Organo Oficial de la Sociedad Colombiana de Cirugía.

El 30 de noviembre de 1972 se constituyó legalmente con el nombre “sociedad colombiana de cirujanos generales” nuestra actual “Sociedad Colombiana de Cirugía” nace como la entidad que auténticamente representaría a la especialidad en su doble carácter científico y gremial.

Nos parece importante y oportuno resaltar la meritoria labor que en buena hora vienen desarrollando las Sociedades Científicas en el campo de la "Educación Médica Continuada" y la divulgación científica en general, como complemento indispensable de la enseñanza que a todo nivel otorgan las facultades de Medicina.

Con gran éxito la SOCIEDAD COLOMBIANA DE CIRUGIA realizó en Bogotá, entre el 23 y el 26 de agosto de 1989, su XV Congreso "Avances en Cirugía e Infección" el cual reunió, como en años anteriores a un gran número de colegas de nuestro país, en el que participaron también invitados extranjeros, de reconocida importancia dentro del ámbito profesional.

A título informativo, nos permitimos anotar que en el último número de esta Revista se presentó una modificación importante, que posiblemente no fue observada por nuestros lectores. Se trata del cambio de nombre, sin que el aspecto general de la portada variara en forma notoria.

Con el volumen 3 No. 3 de la Revista CIRUGIA hemos llegado al final de su tercer año. Al iniciar con el presente número un nuevo volumen, también estamos iniciando una nueva etapa de nuestro órgano publicitario, por cuanto la Asamblea General de la Sociedad Colombiana de Cirugía, modificó sus Estatutos al crear un ente legal, el Consejo Editorial, encargado de las publicaciones científicas de la Sociedad y del material didáctico que ella elabore.

La Sociedad Venezolana de Cirugía ha asumido la responsabilidad de organizar el VIII Congreso Latinoamericano de Cirugía, lo cual constituye un verdadero reto, teniendo en cuenta el gran éxito del Congreso anterior, efectuado en la hermosa ciudad de Quito en noviembre de 1987, en el que participamos cerca de 120 médicos colombianos.

Durante la semana comprendida entre el 22 y el 27 de noviembre de 1987, se celebró en la ciudad de Quito, Ecuador, el VII Congreso Latinoamericano de Cirugía, considerado por sus asistentes como un verdadero hito en la historia de la Federación Latinoamericana de Cirugía (FELAC), por la impecable organización y el alto nivel científico del programa, en el cual participaron más de 150 profesores, miembros de las Entidades afiliadas a la Federación. Al Iado de la actividad científica, se desarrolló un extraordinario programa social que permitió a los congresistas y a sus acompañantes, disfrutar de la hospitalidad y de la generosa atención de los hermanos ecuatorianos, así como también, recordar su fascinante historia y apreciar su hermosa capital, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.