Introducción. La evaluación y manejo de la presión arterial (PA) es importante en la fase aguda del ictus. La monitorización ambulatoria de la PA (MAPA) se utiliza en el estudio y evaluación de la hipertensión arterial (HTA), pero apenas se ha estudiado en la fase aguda del ictus. Este estudio pretende investigar la PA obtenida por Monitorización de la PA durante 24 horas (MPA24h) el primer día del ictus, utilizando los equipos de la MAPA, analizando sus posibles diferencias según el tipo de ictus y su valor pronóstico precoz. Material y Métodos. Estudio observacional, longitudinal, de cohortes prospectivo sobre ictus de menos de 24 horas de evolución ingresados en el Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan durante 4 años a los que se realizó MPA24h el primer día de ingreso y se determinó la escala de Rankin modificada (mRS) al séptimo día. Se ha realizado regresión lineal y logística binaria multivariante utilizando como variable de control del sesgo de confusión el índice de propensión (IP) obtenido como las probabilidades de respuesta positiva en un modelo de regresión multinominal con la variable dependiente politómica tipo de ictus y la variables independientes predictoras, sexo, HTA, diabetes mellitus (DM), dislipemia, insuficiencia cardiaca (IC), puntuación National Institute of Health Stroke Scale (NIHSS) al ingreso, enfermedad intercurrente, edad, ictus previo y tratamiento antiagregante. Resultados. Se han reclutado 499 ictus, con una mediana de edad de 74 años (amplitud intercuartil –AIC– de 67 a 79 años), 282 (56,5%) son varones, 297 (59,5%) hipertensos y 183 (36,7%) diabéticos. El 20,0% (100 pacientes) habían tenido un ictus previo, 25 (5%) un IAM previo y 68 (13,6%) tenían fibrilación auricular (FA). La mediana de puntuación de la NIHSS al ingreso es de 6 (AIC 3 a 13) puntos. La distribución por tipos de ictus es de 197 (37,5%) ictus lacunares, 99 (19,8%) cardioembólicos, 155 (31,1%) aterotrombóticos y 58 (11,6%) hemorrágicos. Se han encontrado 392 (78,9%) casos de buen pronóstico a los 7 días con mRS 0-3 y 105 (21,1%) casos de mal pronóstico con mRS 4-7. Las medianas de PA sistólica (PAS) son 134 (AIC 119 a 147) mmHg para ictus lacunar, 138 (AIC 124 a 156) mmHg para cardioembólico, 145 (AIC 127 a 160) mmHg para aterotrombótico y 144 (AIC 129 a 161) mmHg para ictus hemorrágico. Las medianas de PA diastólica (PAD) son 71 (AIC 64 a 78,5) mmHg en ictus lacunar, 70 (AIC 62 a 78) mmHg en cardioembólico, 74 (AIC 67 a 84) mmHg en aterotrombótico y 80 (AIC 70 a 93) en hemorrágico. En el análisis multivariante ajustado por el IP, no se observan diferencias significativas en los valores de PAS (p>0,200). Las diferencias significativas se observan en los valores de PAD (p=0,006), con diferencias significativas en las comparaciones múltiples de PAD entre hemorrágico-lacunar (diferencia de medias –DMed– 4,5 mmHg; intervalo de confianza –IC– 95% 0,5 a 8,4 mmHg; p=0,028), hemorrágico-cardioembólico (DMed 7,5 mmHg; IC 95% 3,3 a 11,6 mmHg; p0,200) ni de PAD (p>0,200) ni en los patrones circadianos de PAS (p>0,200), siendo diferentes los patrones circadianos de PAD (p=0,001). Las medianas de PAS y de PAD en el grupo de mal pronóstico son 148 (AIC 132 a 168) mmHg y 74 (AIC 65 a 83,5) mmHg, respectivamente, y en el grupo de buen pronóstico son 136 (AIC 21 a 150) mmHg y 73 (AIC 65 a 81) mmHg, respectivamente. En el análisis con regresión logística binaria multivariante ajustado por el IP, no se asocian a mal pronóstico los valores de PAS (razón de odds –RO– 1,01; IC 95% 1,00 a 1,02; p=0,111) ni de PAD (RO 1,00; IC 95% 0,98 a 1,02; p>0,200) del día 1. Se encuentra relación con el pronóstico en los cocientes nocturno/diurno de PAS (multiplicado por 100: RO 1,05; IC 95% 1,01 a 1,09; p=0,022) y de PAD (multiplicado por 100: RO 1,04; IC 95% 1,00 a 1,07; p=0,045). También tiene relación con el pronóstico la caída el día 7 respecto al día 1 tanto de la PAS (RO 0,97; IC 95% 0,95 a 0,99; p=0,002) como de la PAD (RO 0,93; IC 95% 0,90 a 0,97; p