Land degradation and, subsequently, desertification processes are conditioned by biophysical factors and human impacts. Nowadays, there is an increasing interest by social scientists to assess its implications. Especially, it is relevant to the potential changes and landscape deterioration on population, economic systems and feedbacks of local societies to such adjustments. Assessing social facets should also be related to desertification risks, integrated socio-economic inputs and environmentally sustainable development perspectives. However, investigations about the effects of land degradation conditioned by global socioeconomic-factors from a holistic point of view are scarce. In this review, we pretend to discuss past and recent findings on land degradation risks related to poverty, especially based on Mediterranean Europe. To achieve this goal, we focused on key socioeconomic forces such as developmental policy, production and market structure, social change and population mobility. Our review showed that regional disparities based on complex dynamics of demographic forces (e.g. migration, fertility and ageing) and economic drivers of change (e.g. industrial concentration, urbanization, crop intensification, tourism pressure, coastalization) are keys to understand Mediterranean regions such as Southern Italy, a region exposed to high desertification risk in Europe. We concluded that the overexploitation of territories, soil and water degradation urban expansion, tourism and unplanned industrialization are some sectors and activities which can be highly affected by political and socioeconomic forces leading to unsustainable forms of land management and types of development. Special attention should be paid to social policies, education and training schemes to reduce rural migration and potentiate territorial knowledge to avoid land degradation, considering other social issues such as poverty or centralization. The potential role of win-win policies abating poverty and reducing desertification risk is evident in Mediterranean Europe and achieving land degradation neutrality necessary., Los procesos de degradación del territorio y, consecuentemente, los de desertificación están condicionados por factores biofísicos e condicionantes humanos. Hoy en día, existe un interés creciente por parte de los científicos sociales por evaluar sus implicaciones. Especialmente, un interés por los posibles cambios y el deterioro del paisaje a consecuencia de la población, los sistemas económicos y las reacciones de las sociedades locales a dichos ajustes. La evaluación de las facetas sociales también debería estar relacionada con los riesgos de desertificación, los aportes socioeconómicos integrados y las perspectivas de desarrollo ambientalmente sostenible. Sin embargo, las investigaciones sobre los efectos de la degradación del territorio condicionado por factores socioeconómicos globales desde un punto de vista holístico son escasas. En esta revisión, pretendemos discutir los hallazgos pasados y recientes sobre los riesgos de degradación de la tierra relacionados con la pobreza, especialmente en la Europa mediterránea. Para lograr este objetivo, nos enfocamos en fuerzas socioeconómicas clave como la política de desarrollo, la estructura de producción y mercado, el cambio social y la movilidad de la población. Nuestra revisión demostró que las disparidades regionales basadas en la dinámica compleja de las fuerzas demográficas (por ejemplo, la migración, la fertilidad y el envejecimiento) y los impulsores económicos del cambio (por ejemplo, la concentración industrial, la urbanización, la intensificación de cultivos, la presión del turismo, la cosificación) son clave para comprender las regiones mediterráneas como el sur de Italia, una región expuesta a un alto riesgo de desertificación en Europa. Concluimos que la sobreexplotación de territorios, la degradación del suelo y el agua, la expansión urbana, el turismo y la industrialización no planificada son algunos sectores y actividades que pueden verse muy afectados por fuerzas políticas y socioeconómicas que conducen a formas insostenibles de ordenación territorial y tipos de desarrollo. Se debe prestar especial atención a las políticas sociales, los esquemas de educación y capacitación para reducir la migración rural y potenciar el conocimiento territorial para evitar la degradación de la tierra, considerando otros temas sociales como la pobreza o la centralización. El papel potencial de las políticas de beneficio mutuo para abatir la pobreza y reducir el riesgo de desertificación es evidente en la Europa mediterránea y es necesaria la neutralidad de la degradación del territorio.