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En las últimas décadas la relación entre el alimento y la política se ha convertido en un elemento de debate entre los investigadores dedicados a los estudios sobre hambre y comida. En el ámbito de los estudios clásicos este tema se ha abordado desde el problema de los mecanismos de abastecimiento de las ciudades antiguas. Sin embargo, el trasfondo y las consecuencias políticas del acceso social al alimento es un aspecto que se ha dejado de alguna manera fuera del análisis histórico. Este artículo argumenta que los mecanismos de distribución del alimento entre el demos del siglo V a.C. tienen una relación muy significativa con el proceso de ampliación de sus habilitaciones políticas. Las políticas y actitudes colectivas referidas a la distribución de la comida y la riqueza son procesos de gran complejidad socio-política cuyo análisis ha de ir más allá de las claves personalistas con las que nos lo presentan con frecuencia las fuentes antiguas.

Las relaciones entre las tradiciones intelectuales del mundo clásico y las contemporáneas han sido objeto frecuente de investigación por parte de los estudiosos de la Antigüedad. No obstante, ciertas tendencias filosóficas y culturales han recibido un grado inferior de atención, como pudiera ser el caso del cinismo. Del mismo modo, los usos y apropiaciones de la Antigüedad clásica han tendido a contemplarse desde determinadas tradiciones intelectuales contemporáneas, abandonando el análisis de este problema en otras. El presente artículo analiza la relación que se establece entre la contracultura estadounidense emergente desde la década de 1960 y el cinismo clásico a través de la presencia de la figura de Diógenes de Sinope en la prensa contracultural del periodo. De esta manera se ofrecen nuevas perspectivas sobre las dinámicas de apropiación del legado clásico por parte de grupos que conscientemente se definen como contrarios al establishment político, social y cultural, y las limitaciones y contradicciones que derivan de ello.