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At present, COVID-19 is a global pandemic and is seriously harmful to humans. In this retrospective study, the aim was to investigate the interaction between CVD and COVID-19.A total of 180 patients diagnosed with COVID-19 in Yichang Central People's Hospital from 29 January to 17 March 2020 were initially included. The medical history, clinical manifestations at the time of admission, laboratory test results, hospitalization time and complications were recorded. According to the medical history, the patients were assigned to the nonsevere group with non-CVD (In the severe group, compared with non-CVD patients, CVD patients had a significantly higher incidence of fever (CVD affects the severity of COVID-19. COVID-19 also increases the risk of severe CVD.La infección por SARS-CoV-2 está provocando graves consecuencias en la humanidad. El objetivo de este estudio retrospectivo fue investigar el impacto de las enfermedades cardiovasculares (ECV) en la gravedad de dicha infección.Entre el 29 de enero y el 17 de marzo de 2020, se diagnosticaron 180 pacientes con neumonía por SARS-CoV-2 en el Hospital Popular Central de Yichang. Se registraron los antecedentes, manifestaciones clínicas, resultados de laboratorio, tiempo de hospitalización y complicaciones. Los pacientes se dividieron en cuatro grupos: 1) infección no grave sin ECV (n = 90), 2) infección no grave con ECV (n = 22), 3) infección grave sin ECV (n = 40) y 4) infección grave con ECV (n = 28).La prevalencia de fiebre en los pacientes con ECV fue significativamente mayor que en aquellos sin ECV (P 0,05). Sin embargo, en comparación con los pacientes no graves, la proporción de pacientes con hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, cardiopatía coronaria e insuficiencia cardíaca en los pacientes graves fue significativamente mayor (p 0,05). Los niveles de recuento de leucocitos, IL-6, PCR, dímero D, NT-proBNP y glucemia en ayunas (GA) en pacientes con ECV fueron significativamente mayores que en los de pacientes sin ECV, aunque los niveles de Hb fueron significativamente menores que los de los pacientes sin ECV (p 0,05). Sin embargo, los valores de NT-proBNP en pacientes con ECV fueron significativamente mayores que en los pacientes sin ECV (P 0,05). Además, el recuento de leucocitos y los niveles de IL-6, PCR, dímero D, CK-MB, ALT, AST, creatinina, NT-proBNPy GA en el grupo de pacientes graves fueron significativamente mayores que en el grupo no grave, mientras que los valores de Hb fueron significativamente menores que en el grupo no grave (p 0,05). La prevalencia de lesión miocárdica aguda, lesión renal aguda, arritmia y muerte súbita en el grupo con ECV fue significativamente mayor que en el grupo sin ECV (p 0,05). Los mismos resultados se encontraron al comparar los pacientes no graves con aquellos con infección grave. Entre los pacientes no graves, la duración media de la estancia hospitalaria fue de 25,25 (DE: 7,61) días en los pacientes sin ECV, mientras que la duración media de la estancia hospitalaria fue de 28,77 (DE: 6,11) días en los pacientes con ECV (p 0,05). Los mismos resultados se observaron al comparar los dos grupos con infección grave.La infección por SARS-CoV-2 es de evolución más grave en los pacientes con ECV.

Background While the perforation of the atrial wall and aortic sinus after closure of an atrial septal defect (ASD) is rare, it’s life-threatening, with rapid progress and high mortality. To the best of our knowledge, 21 similar cases have been reported since 1976. Case presentation We report a 16-year-old male whose atrial septal defect (ASD) was closed using a 12-mm Amplatzer septal occluder (ASO). Atrial wall and aortic sinus perforation occurred 3 months after transcatheter closure, and the patient was discharged after emergency operation. He was discharged on the 12th postoperative day in good overall condition. Conclusions With this case report, we want to illustrate that although percutaneous closure of ASD is regarded as a routine procedure, we should not forget the potentially lethal complications, especially cardiac erosion. Therefore, we should carefully evaluate the risk of erosion before surgery, and careful lifelong follow-up is needed.

Atherosclerosis is the leading cause of morbidity and mortality worldwide. The underlying pathogenesis involves multiple metabolic disorders, endothelial dysfunction and a maladaptive immune response, and leads to chronic arterial wall inflammation. Numerous normal physiological activities exhibit daily rhythmicity, including energy metabolism, vascular function and inflammatory immunoreactions, and disrupted or misaligned circadian rhythms may promote the progression of atherosclerosis. However, the association between the circadian rhythm and atherosclerosis remains to be fully elucidated. In the present review, the effects of the circadian rhythm on atherosclerosis progression are discussed.