Octavio Paz en sus ensayos El pachuco y otros extremos (1950) y La inteligencia mexicana (1950), al igual que Alejo Carpentier (1904-1980) en De lo real maravilloso americano (1967) y Conciencia e identidad de América (1975), se dieron a la tarea de conjurar una serie de respuestas frente a las singularidades latinoamericanas insertas en una tradición universal; tal tarea fue emprendida también por Gabriel García Márquez (1927-2014) en La soledad de América Latina (1982) y Por un país al alcance de los niños (1994); finalmente Mario Vargas Llosa (1936) se expresó al respecto en ¿Libertad para los libres? (1983) y Dentro y fuera de América Latina (2005). Las obras narrativas de estos escritores fueron vitales en la consolidación de una literatura latinoamericana, pero es válido señalar que otro tanto sucedió con su amplia producción intelectual, específicamente en los ensayos ya nombrados. El ensayo, sin lugar a duda, es un género que permitió la transmisión de ideas, lo que lo hace un “potencializador” de la enunciación discursiva, y de allí que sea posible establecer los “ideologemas”, o instrumentos translingüísticos que brindan información acerca de las coordenadas históricas y sociales del texto, y que para el caso específico de este trabajo se encuentran presentes en los diferentes discursos sobre este territorio denominado América Latina. De esta manera, la meta de este estudio es analizar las expresiones de lo singular latinoamericano en estos autores a través de los ideologemas: “soledad”, “mestizaje”, “maravilla”, “mito” y “viaje”.