Los cuestionamientos nietzscheanos al pensamiento metafísico desde el rechazo a la concepción tradicional del lenguaje, se entienden a partir de la asimilación crítica que Nietzsche realiza de pensadores inscriptos en la órbita del neokantismo como podrían considerarse a Schopenhauer, Hartmann o Lange.Durante los años 1865-1872, de un modo muy intuitivo, con fórmulas heredadas de su admirado maestro Schopenhauer, y bajo el influjo del proyecto cultural wagneriano, Nietzsche va combinando su bagaje cultural con lecturas de pensadores de cuño crítico como Lange o Hartmann. Ensayando su propio pensamiento desde bocetos no exentos de tensiones y confrontaciones, como también de intuiciones geniales. Un universo de lecturas que poco tiempo después (1873) el joven catedrático de Basilea, reorientará desde los aspectos tropológicos del lenguaje, a partir de su recepción de Die Sprache als Kunst de G. Gerber.En el siguiente artículo, nos proponemos trazar una génesis de su crítica al “pensamiento metafísico” desde la reconstrucción de sus preocupaciones tempranas en torno al conocimiento. Focalizándonos en los Nachgelassene Fragmente de este período (1865-1875), intentaremos reconstruir la poliédrica recepción nietzscheana de la crítica epistemológica asumida por Lange, el valor de lo instintivo-inconsciente en la configuración de las representaciones sostenida por Hartmann y el carácter ilusorio del conocimiento propuesto por Schopenhauer. Un entramado de ideas que bien reflejan los póstumos de esta etapa y que, si tomamos como hilo genealógico-interpretativo sus preocupaciones lingüísticas, se revelarán como la verdadera geología del mapa conceptual explayado en Über Wahrheit und Lüge im aussermoralischen Sinne. Escrito en el que Nietzsche no sólo sintetiza, concretiza y clarifica este camino de búsqueda, sino que prefigura los parámetros, la cartografía, de su pensamiento maduro.