Activists in the Peruvian working children’s movement have been theorizing about “children’s protagonismo” for nearly 40 years. Changing political contexts and the infusion of discourses from other social movements have produced three major sets of meanings for this concept, each reflecting different dynamics in Peruvian social movement history. First, the concept, infused with ideas from liberation theology and Latin American engagements with Marxism, was primarily understood in terms of class struggle and collective organization. Second, because of opportunities and threats in the 1980s and 1990s, it became more closely associated with children’s rights frameworks. Third, since the early 2000s, the movement’s approach to protagonismo has drawn on indigenous theories of interdependence and relationality to challenge the individualism of neoliberal capitalism and governmentality. In holding these diverse ideological commitments together, the concept has allowed the movement of working children to communicate across multiple discursive communities.Los activistas del movimiento de los niños trabajadores peruanos han teorizado sobre el “protagonismo infantil” durante casi 40 años. Los cambios en el contexto político y la influencia de discursos pertenecientes a otros movimientos sociales han generado tres grandes conjuntos de significado alrededor de este concepto, cada uno de los cuales reflejando distintas dinámicas en la historia del movimiento social peruano. Primero, el concepto se entendió en términos de clase imbuidos por ideas de la teología de la liberación, así como actitudes latinoamericanas de compromiso con el marxismo y la organización colectiva. Posteriormente, a raíz de las oportunidades y amenazas de las décadas de 1980 y 90, se relacionó de manera más estrecha con el marco de los derechos del niño. Desde principios de la década del 2000, el enfoque del protagonismo se ha ligado a teorías indígenas de la interdependencia y la relacionalidad para desafiar el individualismo del capitalismo neoliberal y la gobernabilidad. Al unir tal diversidad de compromisos ideológicos, el concepto ha permitido que el movimiento de los niños trabajadores tenga voz en múltiples comunidades discursivas.