Participó en el XXII Congreso Español de Ornitología, del 6 al 9 de diciembre Caixaforum Madrid, 2013, La intensificación agrícola es la principal causa de pérdida de biodiversidad en los ecosistemas agroesteparios y del declive de las poblaciones de aves esteparias en Europa. La pérdida y la fragmentación de hábitat, debido a la expansión y la dispersión urbana y de la red viaria y de transporte eléctrico, es también un factor de amenaza. La avutarda común es una especie amenazada a nivel mundial. Más de la mitad de la población vive en la península Ibérica. Determinar los requerimientos de espacio y de hábitat es necesario para predecir los efectos de los cambios en el uso del suelo, diseñar estrategias de conservación y justificar la protección de áreas de interés. Mediante el radioseguimiento por tierra de individuos marcados con emisor de radio y placa alar se estima el área de campeo y el núcleo de actividad (kernel fijo), se prueba la hipótesis de selección y se determina el orden de preferencia de hábitat (análisis composicional) de la avutarda en invierno. La actividad de la avutarda durante el invierno se concentra en el 25% del área de campeo, el uso de las parcelas de alimentación es intenso y difiere de la disponibilidad de hábitat. La veza (Vicia sativa) y el rastrojo de cereal son los principales hábitats de alimentación en invierno. El mantenimiento de las rastrojeras (después de la cosecha hasta finales de febrero) y la rotación de cultivos (alternancia de cereal y leguminosa) son medidas de mejora del hábitat en invierno. La conservación de la avutarda no sólo supone la protección de otras especies (utilidad como especie paraguas; por el requerimiento de espacio y de un paisaje heterogéneo) sino también la de un sistema de uso tradicional y sostenible, y un paisaje agrario cultural y biodiverso.