Este trabajo constata cómo la jácara poética cantada en las primeras décadas del siglo XVII es asumida con naturalidad en los años cuarenta de ese siglo por las jácaras entremesadas, que la suben al escenario al convertir en personajes teatrales a los que hasta entonces sólo eran parlamentarios poéticos, pero que llevaban ya en sí una fuerte semilla de teatralidad. Además, se analiza la figura y hechos de uno de los jaques más afamados de su época: ‘el Ñarro’, para demostrar con obras concretas su paso de la poesía de Cáncer al teatro de Calderón a través de al menos tres entremeses: 'Las jácaras, 1ª y 2ª parte' y 'El robo de las sabinas'. Por último, se acomete la espinosa cuestión de la imbricación entre 'El robo de las sabinas' atribuido a Calderón, estrechamente relacionado con 'Las jácaras, 1ª y 2ª parte', la primera de ellas de atribución segura a Calderón, y el entremés titulado 'Los órganos y sacristanes', atribuido a Quiñones de Benavente y conocido sólo en un impreso tardío. Respecto a esta última cuestión no es posible concluir de momento más que la mejor andadura de 'El robo de las sabinas' y constatar que tiene treinta y seis versos idénticos al entremés 'El robo de las sabinas'. A falta de que un buen conocedor de Quiñones logre enraizar 'Los órganos y sacristanes' en la producción de ese dramaturgo, cabe afirmar que la mayor calidad de la pieza atribuida a Calderón y su dependencia de, al menos, una obra de atribución segura a este dramaturgo, hacen pensar que 'Los órganos y sacristanes' refunde 'El robo de las sabinas' y que quizá convendría plantearse de nuevo la atribución de 'Los órganos', que se da hasta el momento como de Quiñones de Benavente. This work states how the poetic jácara sung in the first decades of the seventeenth century is taken on in a natural manner in the forties of that century by the entremesada jácaras, that bring it to the stage upon converting into theatrical characters those which until then were only poetic parlamentarians, but that had within them a strong seed of theatricality. Furthermore, there is an analysis of the figure and facts of one of the most well-known checks of his epic: ‘el Ñarro’, in order to demonstrate with concrete works his passage from the poetry of Cancer to the theater of Calderón through at least three entremeses: the 'Jácaras, first and second part' and 'The Robbery of the Sheets'. Lastly, the thorny question is raised of the imbrication between 'The Robbery of the Sheets' attributed to Calderón, widely related to 'The Jácaras, first and second part', the first of which has a sure attribution to Calderón, and the starter titled 'The Organs and Sacristans', attributed to Quiñones de Benavente and known only in a late print.With respect to the last question, it is not possible to conclude at the moment anything but the better operation of 'The Robbery of the Sheets' and to state that it has thirty-six identical verses to the starter 'The Robbery of the Sheets'. As it is still lacking that a good expert on Quiñones achieves the rooting of 'The Organs and Sacristans' in the production of that playwright, it is worth noting that the greatest quality of the piece attributed to Calderón and his dependence on, at least, one work of certain attribution to this playwright, raises the thought that 'The Organs and the Sacristans' adapts 'The Robbery of the Sheets' and that maybe it would be a good idea to rethink the attribution of 'The Organs', that is given until now to Quiñones de Benavente.