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La estructura de las venas de la cavidad torácica varía significativamente en función de sus conexiones. Treinta cadáveres embalsamados con la técnica de Thiel fueron disecados (18 mujeres, 12 hombres), con edades comprendidas entre 48 y 98 años (media 81.3±12.40). Los pulmones, el corazón, la aorta torácica, el esófago y la pleura parietal fueron cuidadosamente retirados para permitir la visualización de las venas ácigos, hemiácigos y hemiácigos accesoria así como el conducto torácico. En la mayoría de los especímenes (21) se encontró que las venas intervertebrales estaban directamente conectadas con el sistema venoso ácigos en vez de con la parte terminal proximal de las venas intercostales posteriores. Se observó también que dicha distribución es más común en el lado derecho, pero no en todos los niveles vertebrales. Estas conexiones podrían jugar un rol en la regulación del volúmen de sangre entre los sistemas venosos ácigos y vertebral: también podrían actuar como vías metastásicas entre las regiones torácica y abdominal. Dado que su aspecto es bastante similar al de los vasos intercostales posteriores, es importante que los cirujanos sean conscientes de esta variación para evitar lesiones que induzcan hematomas postoperatorios. Veins in the thoracic cavity are highly variable in terms of their communications. Thirty Thiel-embalmed cadavers were dissected (18 females and 12 males), ranging in age from 48 to 98 years old (mean 81.3±12.40). The lungs, heart, thoracic aorta, oesophagus and parietal pleura were removed carefully to expose the azygos, hemiazygos, accessory hemiazygos veins and thoracic duct. In most specimens (21) intervertebral veins were connected directly to the azygos venous systems rather than the proximal end of the posterior intercostal veins. This presentation was observed to be more common on the right side, but not at all vertebral levels. These communications could play a role in regulating blood volume between the azygos and vertebral venous systems; they may also act as metastatic pathways between the thoracic and abdominal regions. As they mimic posterior intercostal vessels, it is important for surgeons to be aware of this variation to avoid injuries leading to postoperative hematomas.