Search

Los suelos volcánicos de las regiones frías del Departamento de Antioquia, ocupan aproximadamente 1.500.000 ha, donde se cultivan principalmente papa, hortalizas, leguminosas, maíz y pastos. Los cultivos tienen problemas debido a la acidez, bajos niveles de P, Ca, Mg y Al. Para resolver estos problemas y base para experimentos de campo se hicieron 2 experimentos en invernadero. Se aplicaron cantidades de Ca, Mg, P y K variables y se observó su efecto en el rendimiento de plantas de lechuga romana y alfalfa, como plantas indicadoras. Al incrementar la rata de Ca, Mg o P se aumenta el rendimiento de cosechas, el contenido de Ca, Mg y Al en el suelo varía de acuerdo a estas ratas. Debido a las distintas cantidades de Ca y Mg aplicadas al suelo, el contenido de estos cationes, el pH y el Al intercambiables variaron. El Al intercambiable de los suelos se neutralizó alrededor de un pH de 5.6, lo cual se consigue aplicando CaCO3 superior a 9 t/ha. La aplicación de 300 kg/ha de P2O5 aumentó el contenido de P. Las distintas aplicaciones de K aumentaron ligeramente los rendimientos de las dos plantas estudiadas, el contenido de K en el suelo no varió. Para la lechuga y la alfalfa la mejor aplicación de Ca puede estar entre 6 y 8 t/ha de CaCO3. La extremada acidez de estos suelos no resulve con altas aplicaciones de Ca o Mg, hay que ayudar aplicando materia orgánica con el fin de impedir se fije el P en alta proporción

Se determinó el efecto de enmiendas sobre la capacidad de fijación de P, algunas propiedades químicas y la distribución de P en suelos ácidos colombianos. El trabajo se efectuó en el Centro de Investigaciones Tibaitatá, bajo condiciones de laboratorio e invernadero, empleando el híbrido de maíz H-302 como planta indicadora. Se seleccionaron 3 suelos ácidos: un Tropept de la serie La Libertad (Llanos Orientales); un Humitropept indico de la serie Bermeo (Cundinamarca), y un Dystrandept de La Selva (Antioquia). Cada suelo se incubó con distintos niveles de Ca y Mg utilizando carbonatos y escorias de alto horno. Luego se aplicó P en dosis de 0 a 800 ppm y posteriormente se extrajo el P cedido por los suelos mediante la solución Bray II. Los suelos de Bermeo y La Selva (sin aplicar correctivos) fijaron todo el P aplicado. En los 3 suelos, los niveles más bajos de correctivos fueron más efectivos en disminuír la fijación de P, y los niveles altos la aumentaron. Al añadir correctivos y P en el suelo de La Libertad, se produjo un aumento del P unido al Fe y se disminuyó el P inerte. En los otros suelos, la materia orgánica aporta 68-85 por ciento del P total. Las enmiendas disminuyeron el Al intercambiable en todos los suelos y produjeron aumentos en el pH. Los rendimientos en materia seca del maíz aumentaron significativamente al aplicar P solo o en combinación con las enmiendas Maestría en Ciencias Maestría

Se evaluó el efecto de la cal en la acidez y en diferentes formas de P nativo y aplicado en un suelo de los Llanos Orientales de Colombia (Carimagua). También, se determinó la relación de estas variaciones con el P extraído por los métodos Bray II, Olsen y Truog. El estudio se llevó a cabo en invernadero del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, ICA, Palmira, sobre muestras de suelos de Carimagua. Como planta indicadora se utilizó el híbrido de maíz H-207. El suelo respondió bien a la aplicación de cal en cuanto a neutralización de Al intermcambiable. No obstante, este Al también se neutralizó cuando se aplicó P, lo cual se tradujo en un aumento del pH. Se encontraron buenas correlaciones entre el Al intercambiable y el pH. En los suelos donde no se aplicó cal, disminuyeron los rendimientos de las plantas; probablemente ello se encuentra asociado con el metabolismo del P que se acumulaba en la raíz pero no fué traslocado a la parte aérea. Se estableció que los suelos en Carimagua son extremadamente pobres en P total y que las aplicaciones de cal no afectan la solubilidad del P nativo. Se encontró que el Fe puede posiblemente fijas más P que el Al. Los fosfatos de Fe parece que sirven como fuente indirecta de P. Los cambios en formas minerales de P se detectaron por los métodos Bray II y Truog Maestría en Ciencias Maestría

Se probaron varios métodos rápidos para determinar requerimientos de cal en algunos suelos ácidos y establecer el mejor método para efectuar las recomendaciones de encalamiento. Este trabajo se realizó en el Laboratorio de Suelos del ICA en Palmira (Valle del Cauca) usando 6 suelos de diferentes regiones agrícolas del país, cuya textura varió desde franco-arenosa hasta arcillosa, una reacción fuertemente ácida, un contenido de Al intercambiable desde 0.5 hasta 3.6 me/100 g de suelo y un porcentaje de materia orgánica que varió de 2.8 a 21.4 por ciento. El método de acidez intercambiable puede ser el más aconsejable para determinar los requerimientos de cal, siguiendo en su orden los métodos de Dunn, el de la solución amortiguadora y el del acetato de calcio. El método de Woodruff se encontró inapropiado para este fin. Las ventajas del método de acidez intercambiable que se reflejaron al funcionar bien, para alcanzar un pH de 5.7 a 6, además de la neutralización de un alto porcentaje del Al intercambiable y del posible adecuado suministro de Ca al suelo, así como también en la economía de tiempo y de material utilizado en su determinación. Los métodos de Dunn, el de la solución amortiguadora y el de acetato de calco, correlacionaron bien para el control del pH

Tesis (M. Sc) - IICA, Turrialba (Costa Rica),1971 Se estudió el comportamiento de la CIC dependiente del pH y la CIC real pH del suelo en algunos suelos ácidos de origen volcánico tanto en el suelo, como en las fracciones mineral y orgánica separadamente. Se utilizaron varios métodos convencionales incluyendo métodos que utilizan sales amortiguadas y otros con sales no amortiguadas. Se estudió el efecto de algunos factores que afectan la determinación de la CIC, como encalado y contenidos de humedad. Los valores de CIC obtenidos por métodos convencionales dependieron grandemente del número de lavados, induciendo errores debido a retención de sales o hidrólisis. En cuanto al efecto del pH sobre el CIC es notable tanto en el suelo como en las fracciones estudiadas, siendo la tasa de cambio de CIC mayor entre pH 4 - 6 para la fracción orgánica y entre pH 6 - 8 para la fracción mineral. La fracción orgánica contribuyó en un alto porcentaje en la CIC total a pH del suelo, el encalado incrementó notablemente los valores de CIC obtenidos con el método de KC1 y no se observó influencia en el valor de CIC determinados por métodos de sales amortiguadas y resinas de intercambio. El valor de aluminio cambiable obtenido con el método de resina de intercambio disminuye proporcionalmente al aumentar el encalado. El contenido de humedad ocasionó un fuerte detrimento en el valor de CIC obtenido por el método de KC1 y no tuvo efecto en el valor de CIC obtenido por el método de resina de intercambio. Se recomienda un método para determinar CIC dependiente de pH que evite los errores de retención o hidrólisis y un método para determinar la CIC real a pH del suelo, así como para determinar las bases, A1 y Fe cambiables, utilizando resinas de intercambio catiónico.

Se determinó por medio de un ensayo de invernadero el efecto residual del P en un suelo negro ácido, de Antioquia. Se utilizó suelo representativo de las regiones de clima frío derivado de cenizas volcánicas, muy rico en materia orgánica, fuertemente ácido, bajo en Ca y Mg intercambiables, con contenido relativamente alto de Al intercambiable y muy pobre en P, que había recibido diferentes dosis de P2O5 desde 200 a 1.800 kg/ha, durante 9 años. Se usó como planta indicadora la lechuga romana. Los resultados indican que prácticamente hubo muy poco efecto residual del P, por lo cual se hace necesario aplicarlo para cada cosecha y en cantidades relativamente altas para producir buenos rendimientos. El P aprovechable determinado por el método Bray II, fué muy bajo, aún en los tratamientos con las dosis más altas de P y no hubo una relación directa entre el P extraído y los rendimientos obtenidos en la primera cosecha. La aplicación de 10 t/ha de cal parece más aconsejable que la aplicación de 40 t/ha.