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Hace ya varios meses que venimos ensayando con relativo buen éxito la insulina combinada a la glucosa en el tratamiento del período final de las cardiopatías valvulares y tenemos una observación ínteresante de una arritmia completa en cuyo tratamiento coadyuvó demanera eficaz la medicación de que nos ocupamos hoy.

El advenimiento en la tercera y cuarta década de, ·este siglo de los quimioterápicos y antibióticos modificó no sólo el esquema terático de la infección sino que tuvo una incidencia fundamental sobre la patología, la clínica y todo el ámbito social. De allí que se deba hablar de una era antibiótica.

Con propósitos de observar, comprobar y valorar los resultados del "Promín" o “Promanida” en la lepra, lo aplicarnos en un grupo de veintisiete enfermos seleccionados con criterio clínico y de investigación terapéutica. Iniciamos el estudio en julio de 1946. Ninguno de estos casos había sido tratado antes con otros medicamentos preconizados contra la enfermedad. Como lo he dicho en varias ocasiones, solamente teniendo esta precaución y seleccionando los pacientes para la investigación, podrá juzgarse científicamente de la eficacia terapéutica que puedan tener en los distintos tipos de lepra, las drogas aconsejadas para tratar esa enfermedad. Prescindimos de aquellos cases en los cuales, por lo avanzado del mal, los organismos no estaban en condiciones de reaccionar favorablemente con ninguna medicación.

En el tratamiento de los síndromes ictéricos no existe sistematización de criterios y en más de una ocasión se cometen serios errores terapéuticos. Tal sucede frecuentemente con las hepatitis a virus, por ejemplo las que tratadas con un régimen alimenticio inadecuado, constituído casi siempre por dietas de hambre, se va a complicar más la situación. Otras veces se utilizan sistemáticamente los antibióticos de amplio espectro, los cuales son inútiles e inclusive desaconsejados por la posibilidad de producir fibrosis hepática. Hemos querido hacer un resumen analizando someramente el pro y el contra de las principales medidas terapéuticas.

Importantisimas y numerosas son las indicaciones de la medicación alcalina en el dominio de las enfermedades, y siempre resulta difícil y laboriosa la dosificación y la preparación de este género de productos farmacéuticos, sin contar, además, con el mal gusto habitual de los compuestos, rechazado por el paladar del enfermo y que a la larga fatiga a quien prolonga su uso haciendo un gran esfuerzo de voluntad. Por todo ello los LABORATORIOS URIBE ANGEL, en su preocupación incesante de servir al distinguido Cuerpo Médico y a los enfermos de la nutrición, tras múltiples estudios de sus técnicos, han creado la UROSALINA, que a sus condiciones de una sabia combinación de alcalinos, reúne las ventajas de su solubilidad extrema y de su sabor aceptable por loss enfermos más exigentes.