El objeto de este trabajo es el pensamiento de Simone de Beauvoir relativo a la corporalidad, así como sus reflexiones concernientes a la pregunta «¿qué es una mujer?» Nuestro objetivo será mostrar que la frase «no se nace mujer, se llega a serlo» ha sido erróneamente interpretada por fuentes posestructuralistas como Judith Butler, con la pretensión de reafirmar sus propios postulados. La metodología empleada en este trabajo es la hermenéutica crítica, dado que partiremos de la lectura comparada de distintas fuentes filosóficas. Butler defiende que tanto el sexo como el género son cuestiones completamente culturales y que, por tanto, las mujeres serían una construcción lingüística. En cambio, la filósofa francesa no concibe que la mujer, la hembra humana, sea reductible a un producto cultural o lingüístico. También podemos descartar de plano que Beauvoir suscriba una definición de «mujer» que se remita a su posición como sujeto subordinado de la sociedad. La filósofa francesa sostiene que, cuando la sociedad alcance la igualdad entre los sexos, las diferencias anatómicas subsistirán. Asimismo, para De Beauvoir la mujer no puede ser definida por la feminidad, puesto que esta no es un atributo de las mujeres, sino una invención del hombre que podría proyectarse incluso sobre un objeto inanimado o sobre un varón. La feminidad ha sido hecha a la medida de la hembra para mantenerla sujeta, inhibiendo el libre desarrollo de la identidad de la mujer. La conclusión que extraemos en este trabajo es que la interpretación de Butler resulta contraria a la fenomenología del cuerpo femenino que vertebra la obra de Simone de Beauvoir. La fenomenología existencialista de Simone de Beauvoir se centra en la importancia de la experiencia corporal, que es la forma humana de habitar el mundo. Para ejemplificarlo, De Beauvoir reflexionó sobre la relevancia vital de experiencias del cuerpo sexuado como las relativas a la vulva, el coito, el himen, la pubertad, las molestias de la menstrua, The object of this paper is Simone de Beauvoir’s thought concerning corporeality, as well as her reflections concerning the question «what is a woman?» Our objective will be to show that the phrase «one is not born a woman, one becomes one» has been erroneously interpreted by post-structuralist sources such as Judith Butler, with the pretension of reaffirming their own postulates. The methodology used in this paper is critical hermeneutics, since we will start from a comparative reading of different philosophical sources. Butler argues that both sex and gender are completely cultural issues and that, therefore, women are a linguistic construct. On the other hand, the French philosopher does not conceive that woman, the human female, is reducible to a cultural or linguistic product. We can also flatly rule out that De Beauvoir subscribes to a definition of «woman» that refers to her position as a subordinate subject of society. The French philosopher maintains that, when society achieves equality between the sexes, anatomical differences will persist. Likewise, for De Beauvoir, woman cannot be defined by femininity, since femininity is not an attribute of women, but an invention of man that could be projected even on an inanimate object or on a male. Femininity has been tailor-made for the female to keep her subject, inhibiting the free development of the woman’s identity. The conclusion we draw in this paper is that Butler’s interpretation is contrary to the phenomenology of the female body that underlies De Beauvoir’s work. De Beauvoir’s existentialist phenomenology focuses on the importance of bodily experience, which is the human way of inhabiting the world. To exemplify this, Simone de Beauvoir reflected on the vital relevance of experiences of the sexed body such as those related to the vulva, coitus, the hymen, puberty, the discomforts of menstruation and menopause, among others.