Las actuales políticas activas de empleo constituyen uno de los pilares fundamentales del funcionamiento del mercado de trabajo, contribuyendo a la creación de empleo y facilitando la inserción de los desempleados. Uno de los colectivos principales de atención prioritaria son los jóvenes. Nunca hasta ahora el futuro de las nuevas generaciones se ha visto tan comprometido por una situación de crisis económica global como la que se atraviesa actualmente. Los datos que las instancias internacionales y comunitarias nos proporcionan en relación al nivel de desempleo juvenil nos dejan sin aliento y nos conducen a una realidad donde predomina la desorientación, la precariedad, la falta de oportunidades de trabajo digno, la desmotivación y los elevados niveles de abandono temprano en los estudios. Los principios rectores de la política social y económica del Estado social y democrático de derecho, disponen que las AdministracionesPúblicas realizarán una política orientada hacia el pleno empleo previendo la garantía de la formación, la readaptación profesional y la protección en caso de desempleo. De hecho, la mayoría de los informes considerados como referencia básica en materia de estrategias para la reducción del desempleo, reconocen que las políticas activas son un instrumento importante para mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, pero asumiéndolas con un carácter complementario a otras medidas. Por ello, el objetivo que nos hemos propuesto en este trabajo ha sido realizar un análisis de contenido del impacto que tienen las políticas activas de empleo en la inserción laboral de los titulados universitarios. De ahí que nuestro centro de atención pivote en torno a la construcción de un marco teórico, en cuyo recorrido hemos recogido e interpretado teorías y enfoques presentes en la bibliografía de mayor calado. A través de la revisión de diversos estudios e informes hemos analizado las medidas de orientación, empleo y formación diseñadas con la finalidad de mejorar las posibilidades de acceso al empleo de los desempleados, así como su evolución. En esta línea, concluimos señalando el interés de analizar la actuación dirigida a los universitarios, sobre todo en relación a la limitada eficacia que respecto de este objetivo han tenido hasta ahora las Agencias de Colocación y los Centros de Orientación e Información de Empleo, que se han creado en algunas universidades. Las políticas activas no son más que la pieza clave o el instrumento “estrella”, por tanto, de las medidas a adoptar, pues su objeto no es otro que proporcionar la oportunidad de mantener y mejorar la disponibilidad para el empleo del colectivo de universitarios, teniendo presente también, que son la herramienta necesaria para la mejora profesional y el aprendizaje de técnicas para la gestión de la carrera en momentos como el actual, caracterizado por la inestabilidad y precariedad laboral. En definitiva, son medidas que favorecen el tránsito rápido del desempleo al empleo y de éste a un nuevo empleo, pero también, un instrumento para la mejora de la capacitación de las personas y de los puestos de trabajo de las empresas, es decir, de la competitividad de la economía.