Suma y narración de los incas, de Juan de Betanzos, narra de forma directa la historia de las culturas de los territorios andinos y el encuentro con los españoles. Fue escrita en el Cuzco alrededor de 1551, muy pocos años después de haber sido conquistado el Imperio inca, a partir de los testimonios orales de ancianos que guardaban la memoria del pasado. Se considera que Suma y narración de los incas es una de las primeras obras de carácter indigenista. Contiene datos precisos y con mucha información sobre las costumbres propias del dominio inca porque Betanzos estaba casado con la princesa Cuiritnay OcIlo, esposa principal de Atahualpa, lo cual le proporcionó a Betanzos un enorme prestigio entre los nobles incas, en especial los de Atahualpa. Juan de Betanzos fue uno de los pocos conquistadores españoles que logró aprender el quechua, lengua oficial del Imperio inca. Ello le sirvió para ser el intérprete y mano derecha de Francisco Pizarro. Gracias a ello, y a su matrimonio logró granjearse la amistad de gran parte de la nobleza incaica. Sin lugar a dudas, el cronista fue un nexo entre el pueblo Inca y la España de su tiempo, al ser pariente político de los nobles cusqueños y dominar su idioma. Desde las primeras páginas se advierte que Juan de Betanzos conoció muy de cerca los hechos acaecidos en el enorme territorio andino, pues comienza por establecer la genealogía de los incas reinantes y después su cosmogonía, a la que según la tradición remonta a orígenes divinos; tras lo cual expone los acontecimientos bélicos-expansivos, llevados a cabo por la etnia cusqueña, a partir de los primeros monarcas. Ahora bien, como lo que realmente le interesaba al autor era el mundo incaico, en la última parte de la obra, encauza nuevamente su narración hacia el último descendiente de la monarquía, Manco Inca. La presente edición de la Suma y narración de los incas se basa en la de Marcos Jiménez de la Espada y contiene las notas de este destacado editor.