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La modificación del calzado y las ortesis de pie pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento no quirúrgico de las afecciones del pie y tobillo. El calzado terapéutico se utiliza para el tratamiento de pacientes con diabetes, artrosis, afecciones neurológicas, lesiones traumáticas, deformaciones congénitas y lesiones deportivas. Estas modalidades mejoran el modo de andar y aumentan el grado de locomoción del enfermo. También se utilizan para tratar problemas agudos (como la fascitis plantar o la metatarsalgia) y como herramientas preventivas en pacientes con neuropatía diabética. La selección del calzado se basa fundamentalmente en el estado del enfermo, la forma y el tipo de pie y las actividades cotidianas del paciente. Las modificaciones consisten en refuerzos que proporcionan estabilidad, alzas para reducir las fuerzas de flexión; suelas en balancín para equilibrar el pie desde el apoyo con el talón hasta el despegue de los dedos; y el ahormado y rediseño del calzado para acomodarse a las deformidades. Los cuatro tipos principales de ortesis habituales son: adaptables, que proporcionan amortiguación y protección al pie; semirrígidas, que almohadillan y cubren el pie y le proporcionan soporte, control y redistribución del peso; rígidas, que proporcionan soporte al arco plantar; y prótesis parciales de pie, para las amputaciones parciales, que ayudan a proteger el pie. [ABSTRACT FROM AUTHOR]